¿Sabían Vds que recordamos mejor
las cosas cuando el tema se presenta con un toque de humor o cuando va cargado de cualquier efecto emotivo?.
Pues si, cuanto más divertida la broma, mayor actividad produce sobre los centros
cerebrales del placer y mayores son las posibilidades de que la persona lo
relacione con algún hecho personal que le permite recordarlo durante más
tiempo.
El Profesor Keith Carlson de la
Universidad de Psicología de Valparaiso ha realizado varios estudios sobre la
relación existente entre el humor y la memoria, ha realizado varias mezclas y
les ha añadido algunas variables
de tipo emocional, veamos cuales
son sus conclusiones:
Este investigador señala que en
el mundo real existen varios factores imposibles de controlar y que afectan a
la memoria. Los anuncios más divertidos se recuerdan con mayor frecuencia
por su contenido gracioso que por el producto que promocionan. De modo que
el anunciante que quiera una publicidad efectiva necesitara que el humor
esté muy directamente relacionado
con el producto que quiera vender.
Pero la relaciones entre el humor
y la memoria no solo son importantes para los anunciantes, sino también para los maestros, los políticos y
otras muchas áreas profesionales. Es fundamental entender la memoria, porque
¿qué seríamos sin nuestra memoria? Dice Carlson. Nos descubre que : “sabemos que existen áreas en el cerebro que son más activas cuando experimentamos una emoción y esas
mismas áreas en el cerebro resultan igualmente más activas cuando alguien
percibe algo divertido. Los
niveles subjetivos del humor también se relacionan con el nivel de la actividad
cerebral en dichas áreas, lo cual sugiere una posible relación ente el humor y
la emoción.”
“Los trabajos de otros
investigadores de la mente han venido a demostrar que el cerebro realiza algunas distinciones muy sofisticadas
entre lo que es gracioso y lo que no lo
es, precisamente en el momento en que percibe algo humorístico. Esto no
tendría sentido para el cerebro si estas pautas de actividad no estuvieran
relacionando la emoción con la memoria bajo la influencia del sentido del
humor.“
Algo gracioso ocurre en la mente
cuando alguien oye un chiste… una neuronas concretas se “encienden”
cuando empieza a reírse.
Según investigaciones publicadas
en el Journal of Neuroscience, un equipo de investigadores usó imágenes de resonancia magnética para
escanear los cerebros de 12 voluntarios sanos. El objetivo consistía en comparar
qué ocurría en el cerebro cuando
escuchaban algo gracioso.
El estudio demostró que el centro
cerebral del placer estaba mucho más activo cuando captaba chistes y bromas que
cuando escuchaba conversaciones diarias, y cuanto más divertido era el chiste,
mayor era la respuesta en la imagen de la resonancia magnética. También
descubrieron que los juegos de palabras señalaban aún mayor actividad que las
bromas corrientes, ya que suponen un mayor trabajo de procesamiento del
lenguaje que las bromas que no implican juegos de palabras. Aquellas palabras
que tienen más de un significado también mostraron mayor actividad en la
respuesta de la resonancia magnética.
Todos estos estudios resultan de gran utilidad para los científicos
ya que les permiten profundizar en el funcionamiento del cerebro. Pero el Dr.
Carlson concluye la siguiente
reflexión, dice que si bien el sentido del humor ayuda al cerebro a recordar,
sin embargo, no es conveniente que los profesores se dediquen a contar chistes
con la esperanza de que sus alumnos recuerden la lección…
Claro que el profesor no dira chistes pero si cuando da el curso el tiene una postura rara pues si la memoria recuerdara lo que esplicaba en ese momento que uno se fija.Une bise
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