domingo, 23 de octubre de 2016

Hasta siempre, en nuestro corazón.



Tres meses ya que nos dejaste, Yvan. Tres meses sin ti, intentando acostumbrarnos a tu ausencia definitiva. Era demasiado pronto y no estábamos preparados. Que difícil y doloroso es, como todos los padres que pierden a un hijo, esta es la peor pesadilla y no creo que nunca lleguemos a superarlo.

Te fuiste sin preaviso, la muerte te sorprendió a traición y a nosotros nos dejó mudos y ahogados en lágrimas de desesperanza.

Tu que viviste la vida intensamente, te gustaba viajar y recorrer los caminos, conociendo otros mundos, otras gentes, otras costumbres y al igual que un guerrero lidiabas con las luces y las sombras de la vida, contra el dolor y la enfermedad, buscando el sentido de la vida en este mundo.

Confío que allá donde estés ahora recorriendo los caminos de una nueva dimensión, encuentres la paz que tu y todos deseamos. Nosotros desde aquí no te olvidamos, te seguimos queriendo, recordando tu sonrisa, tu generosidad y tu cariño, echándote mucho de menos y también seguimos buscando el sentido de la vida, hasta llegar al destino que nos reunirá de nuevo contigo.

Hasta siempre.

(Las fotos son de Yvan, las sacó en su último viaje a Tailandia, en abril de este año.)