viernes, 27 de junio de 2014

Vivir el presente (Cuento zen)



Era un yogui muy anciano. Ni siquiera él mismo recordaba sus años, pero había mantenido la consciencia clara como un diamante, aunque su rostro estaba apergaminado y su cuerpo se había tornado frágil como el de un pajarillo. Al despuntar el día se hallaba efectuando sus abluciones en las frescas aguas del río.
Entonces llegaron hasta él algunos aspirantes espirituales y le preguntaron qué debían hacer para adiestrarse en la verdad.
El anciano los miró con infinito amor y, tras unos segundos de silencio pleno, dijo:
- Yo me aplico del siguiente modo:

- Cuando como, como.

- Cuando duermo, duermo.

- Cuando hago mis abluciones, hago mis abluciones.

- … y cuando muero, muero.
Y al concluir sus palabras, se murió, abandonando junto a la orilla del río su decrépito cuerpo.
Maestro: La verdad no es una abstracción ni un concepto. Cuando la actitud es la correcta, la verdad se cultiva aquí y ahora, de instante en instante.


viernes, 20 de junio de 2014

Lanzarote


Hace un par de semanas re-visitamos esta isla tan peculiar del archipiélago canario aprovechando un fin de semana para relajarnos.


Para mi fue un placer poder fotografiar todos esos paisajes como de otro mundo, con una extraordinaria variedad dentro de una pequeña isla cuyas casa están todas pintadas de blanco. Paisajes volcánicos áridos y agrestes, que sugieren una forma de vida ruda y muy difícil que posiblemente por sus carencias obligan a aguzar el ingenio de  sus gentes que han sabido aprovechar para cultivar unos vinos de increíble calidad y especial dulzura como los malvasía dulces en la zona de Masdache y la Gería. Costas como las del sur bordeadas de acantilados batidos por los vientos y las olas del mar cerca del pueblo de El Golfo, donde el ingenio de sus gentes aprovechando lo único que tienen, le ha llevado a extraer la sal del océano en sus extensas Salinas. También pudimos ver hermosas playas salvajes cerca de la Punta del Papagayo.

En el norte, playas de arena blanca y la cercanía de una joya : la isla Graciosa donde no se ve apenas vegetación salvo unos matorrales azotados por los vientos, una bellísimas playas salvajes de arena blanca y aguas de color turquesa, donde se puede uno sentir en perfecta comunión con la naturaleza ya que solo hay el cielo, el mar y la arena.

Es un lugar donde gustan de retirarse algunos artistas como el gran Cesar Manrique, tristemente desaparecido mucho antes de tiempo que dejo en la isla una huella profunda con su exuberante creatividad y sin embargo perfectamente sostenible e integrada en el medio así como José Saramago premio Nóbel de Literatura que buscó en el pueblo de Tías la inspiración para crear  algunas de sus obras.

La experiencia de estos breves días ha sido muy grata, además por el carácter de sus gentes tanto nativos como foráneos afincados, que son amables, serviciales y con un gran sentido del humor, lo cual que nos ayudó sobrellevar algunas frustraciones a la hora de circular por carreteras y caminos que no siempre indican adecuadamente las direcciones.

En fin un lugar muy adecuado para aquellos que no temen la soledad ni el aislamiento que les proporciona la paz y el recogimiento que fomenta la inspiración.

Volveremos.

 En la Fundación Cesar Manrique en Tahiche
 Viñedos en Masdache
 Caleta de Sebo en la Isla Graciosa
 Playa de La Francesa en la Isla Graciosa
 Salinas de Janubio
El Golfo

viernes, 13 de junio de 2014

La inocencia de un niño




Con el ticket en una mano y el monedero en la otra estábamos esperando el turno para pagar en la máquina del aparcamiento. Delante de mi estaba una mujer con su hijo de unos 4 años, que miraba encandilado como tintineaban las monedas que la máquina devolvía. El niño se volvió hacia su madre y en un cuchicheo asombrado le dijo, “¡mama, esta máquina regala dinero!”… La madre sonrió, introdujo el ticket en una ranura y las monedas en otra, mientras el niño acuclillado esperaba que salieran las monedas “de regalo” que esta vez para su gran decepción no salieron y ante el apremio de la madre se marcho sin dejar de mirar en la parte baja de la máquina a ver si caía algo.

Sonreí ante el inocente comentario y pensé en esa criatura, cuantas desilusiones le quedarán por vivir hasta darse cuenta de que el único regalo seguro que tendrá en esta vida es el cariño de su madre.



viernes, 6 de junio de 2014

Cosas de casa


Hace ya tiempo que observamos que la niña no dormía sola, que la visitaba un pretendiente bastante atrevido, que saltándose la vigilancia perruna, solía entrar con sigilo y siempre con nocturnidad, compartía la cena y luego se solazaba con Isis, de no ser por la fea costumbre que tenía antes de marcharse, de marcar el territorio dejando una impronta pestilente, no nos hubiéramos dado cuenta de nada.

Desde que la perra pasó a mejor vida, optamos por cerrar de noche una puerta que desde el jardín daba acceso a su cubil y ella, cual buena chica aparecía siempre justo antes de las diez de noche, hora de cierre. Luego temprano por la mañana se volvía a abrir la puerta y  durante todo el día ella volvía a sus aventuras campestres.


Pero cual fue nuestra sorpresa ayer, cuando al entrar en su lugar a media mañana, nos encontramos a la parejita ocupada con sus arrumacos, él huyó despavorido hacia el jardín dejando sus huellas en la pared, ella tranquila y relajada, se quedó mirando como salía el fugitivo, se desperezó y caminó lentamente tras los pasos de él, echándonos una mirada como de fastidio por la interrupción, mientras su dueño corría tras el intruso con ánimo de darle un buen susto y desalentarle. Y es que la niña, es la niña por muy gatuna que sea, hay que velar su seguridad pues lo de la honra ya no se lleva!