viernes, 13 de junio de 2014

La inocencia de un niño




Con el ticket en una mano y el monedero en la otra estábamos esperando el turno para pagar en la máquina del aparcamiento. Delante de mi estaba una mujer con su hijo de unos 4 años, que miraba encandilado como tintineaban las monedas que la máquina devolvía. El niño se volvió hacia su madre y en un cuchicheo asombrado le dijo, “¡mama, esta máquina regala dinero!”… La madre sonrió, introdujo el ticket en una ranura y las monedas en otra, mientras el niño acuclillado esperaba que salieran las monedas “de regalo” que esta vez para su gran decepción no salieron y ante el apremio de la madre se marcho sin dejar de mirar en la parte baja de la máquina a ver si caía algo.

Sonreí ante el inocente comentario y pensé en esa criatura, cuantas desilusiones le quedarán por vivir hasta darse cuenta de que el único regalo seguro que tendrá en esta vida es el cariño de su madre.



No hay comentarios:

Publicar un comentario