viernes, 22 de abril de 2016

Serenidad - Cuento Zen






"¿Existe alguna forma de medir las propias fuerzas espirituales?"

"Muchas".

"Dinos tan sólo una".

"Tratad de averiguar con que frecuencia perdéis la calma a lo largo de un sólo día".





viernes, 8 de abril de 2016

Iniciando una nueva etapa


Al igual que en la naturaleza, en nuestras vidas todo funciona en base a ciclos. Empezando por los diurnos, cada 24 horas, los anuales en los que se suceden los meses y las estaciones, etc… Nuestras vidas también  se rigen por ciclos que nos conducen a otros ciclos. En las vidas de los seres humanos esos periodos marcan etapas decisivas que suelen ser aproximadamente cada 7 años o múltiplos de 7 (o sea 14, 21, 28, 35, 42, etc..). Si desean comprobarlo, les sugiero  realizar un pequeño ejercicio de memoria  para ver que les ocurría  en cada una de esas etapas y se sorprenderán encontrando que, ya sea debido a acontecimientos fortuitos o bien decisiones personales sucedieron cambios en esos períodos de sus vidas que les condujeron a etapas de crecimiento o períodos de estancamiento.

La vida es un proceso constante de cambio, aprendizaje y  crecimiento y si uno se resiste a ello, la vida se encarga de derrumbar sus esquemas obligándole a dar los pasos necesarios, ya que si uno no lo acepta  la frustración le puede llevar a un período de depresión del cual tendrá una oportunidad de salir al llegar el siguiente ciclo.

Para los antiguos de casi todas las culturas, el número 7 siempre estuvo cargado de misterio, puede que su origen estuviera relacionado con los movimientos cíclicos planetarios y concretamente con el ciclo del planeta Saturno cuya órbita alrededor de la tierra dura aproximadamente  29 años y se dividía en 4 etapas de poco más de 7 años. Las cuales acorde con las características del mito de Saturno (Cronos en griego, que significa tiempo) se asoció con la llegada de etapas de madurez como consecuencia de esfuerzos, luchas y dificultades que entrañaban cambios en la orientación de sus vidas.

A nivel personal he tenido la ocasión de vivir muy conscientemente estas etapas especialmente desde los 29 años, aprendiendo, algunas veces resistiéndome y sufriendo las consecuencias, otras con aceptación, llena de dudas, trabajo, esfuerzo y por supuesto temor, saliendo de mi zona de confort, y así hasta llegar la etapa en la que estoy entrando ahora mismo, valorando el balance positivo de mi vida y abriéndome a un nuevo cambio en el que dejo atrás mi vida profesional que ha conocido cambios drásticos y especialmente en su recta final, ha sido muy satisfactoria.  Desde hace  algún tiempo, me preparo para iniciar una nueva etapa que quiero dedicar a ampliar mis conocimientos relacionados con el arte, su historia y su sentido y con ello tal vez poder acercarme un poco más  al mundo espiritual, que para mi nada tiene que ver con las religiones, sino con la consciencia que es la esencia del ser humano. También he decidido no plantearme ninguna meta concreta, simplemente dejarme llevar por la intuición disfrutando del viaje por este nuevo ciclo de mi vida.

Es lo bueno que tiene hacerse mayor, que una no tiene que rendir cuentas y puede elegir cómo emplear su tiempo sin preocuparse por lo que opinen los demás. Es lo mejor que tiene cumplir muchos años.