viernes, 28 de junio de 2013

Centrarse en el presente con atención plena.



Hoy voy a sugeriros centrarnos en el presente practicando  la atención plena, el mindfullness, lo cual hará que nos sintamos más concientes, más relajados y más abiertos a lo que ocurre a nuestro alrededor también estaremos más conectados con nosotros mismos, con nuestros pensamientos, emociones e impulsos y podremos resolver con más lucidez la mayor parte de nuestros problemas diarios. Con ello dejaremos sobretodo de pre-ocuparnos por el futuro o de lamentar hechos o acciones del pasado y podremos también relacionarnos mejor con los demás.

La herramienta fundamente que deberemos utilizar para ello es la meditación, podemos recurrir a la meditación tradicional, con su estructura formal y un ritual lo cual no siempre es fácil aplicar o seguir por todos, por ello les sugiero que practiquen con unas mini meditaciones algunas de las cuales les voy a sugerir.

Estas prácticas nos van a permitir mejorar tanto la memoria, como el estado de ánimo, el bienestar, el rendimiento intelectual, la empatía, la autoconciencia y hasta la capacidad de autorregulación. Podremos centrarnos en el presente, haciendo breves repasos del pasado para revisarlo, reflexionar y aprender de él, en cuanto al futuro nos proyectaremos en él puntualmente para planificar, anticipar y organizar nuestra vida.

Para empezar, vayamos a lo más simple, de momento olvidémonos de las técnicas esotéricas, no se trata de despreciarlas naturalmente, pero a veces resultan contraproducentes por algunas de sus teorías y pueden crear confusión y estancamiento. Además cuando ya tengamos algo de práctica si nos apetece siempre podemos volver a ellas.

Lo que les sugiero es empezar con pequeños pasos. Estas mini meditaciones podemos practicarlas a lo largo del día, varias veces mientras realizamos nuestras actividades habituales. Bastan unas pocas respiraciones profundas entre dos tareas; mirar a nuestro alrededor siendo plenamente conscientes de lo que vemos, oímos, olemos, etc..; cuando comemos saborear los primeros bocados; cuando vamos caminando por la calle nos fijamos en el movimiento pendular de los brazos; cuando vamos a abrir una puerta, observamos detenidamente el giro de la llave en la cerradura; en cualquier momento prestar atención a los sonidos lejanos;  al entrar en el coche antes de arrancar realizar  un par de respiraciones profundas; en la cola del supermercado, mientras esperamos, prestar atención a nuestros pensamientos y emociones y así un sinfín de pequeñas acciones a las que podemos prestar más atención a lo largo del día.

Algunas personas suelen usar una alarma en su teléfono que periódicamente les anima a tomarse ese breve momento de meditación a lo largo del día. Poco a poco siguiendo esta práctica nos iremos acostumbrando a mantener la atención plena en casi todas nuestras actividades y lograremos ser conscientes al máximo de una conversación con otra persona, más pendiente de sus palabras y emociones que de nuestro móvil o de nuestros pensamientos sobre cualquier acción futura y podremos estar concentrados en cada momento.






viernes, 21 de junio de 2013

El tiempo vuelve






Envuelta en su tunica azul, la joven caminó por el pasillo jalonado de imponentes columnas labradas con jeroglíficos y subió la escalera hasta la terraza del templo para honrar a la Diosa. Desde allí contempló las suaves colinas de arena que rodeaban el recinto y el lago sagrado cercado de palmeras. El sol asomaba por el horizonte tiñendo el paisaje de tonos pastel y de repente, como un velo que se desliza, la luz lo inundó todo de oro. Agradeció la paz y la belleza del instante mágico y envuelta en el perfume de las flores de loto entró en la sala de estudio, repasó el mapa del firmamento pintado en el techo, colocó de forma adecuada siguiendo elaborados cálculos matemáticos cada gema en su lugar exacto, delineó los aspectos angulares que formaban entre sí los planetas y sonrió al ver la armoniosa figura geométrica que señalaba un momento propicio en el tiempo.

Un suave aleteo la distrajo, se acercó a la ventana donde se había posado un halcón. El la miró con ojos inquietos y expectantes, luego se fue volando, ella se estremeció, acarició el ankh que colgaba de su cuello, vio la calle, los edificios, los coches, sintió una profunda y lejana añoranza y supo que era tiempo de regresar.




viernes, 14 de junio de 2013

Belleza efímera


Llegaste a mi con tu traje de terciopelo rojo, como una reina medieval. Puedo admirar la perfección de tus formas que se van volviendo día a día más y más voluptuosas a medida que vas abriendo tu corazón hasta alcanzar la máxima hermosura, te contemplo ahora mismo, aquí a mi lado, erguida sobre tu tallo verde en la transparencia del cristal, sé que mañana empezarás a languidecer como una amante desesperada que no ve llegar a su amor y se va marchitando, como una rosa, igual que tu.

(De mi colección de Pensamientos, Sentimientos y Recuerdos)


viernes, 7 de junio de 2013

Tú tienes la respuesta

 En una ciudad de Grecia vivía un sabio famoso por tener la respuesta para todas las preguntas.


Un día un adolescente, conversando con un amigo, dijo:
- Creo que sé cómo engañar al sabio. Voy a llevarle un pájaro que sujetaré en la mano, y le preguntaré si está vivo o muerto. Si dice que está vivo, lo apretaré y una vez muerto lo dejaré caer al suelo; si dice que está muerto abriré la mano y lo dejaré volar.
El joven llegó hasta el sabio y le hizo la pregunta:
- Sabio, el pájaro que tengo en la mano, ¿Está vivo o muerto?
El sabio miró fijo al joven y le dijo:
- Muchacho, la respuesta está en tus manos
Fuente: cuento del libro “Aplícate el cuento”, relatos de ecología emocional de Jaume Soler y Mercè Conangla