viernes, 28 de febrero de 2014

Haikus a la lluvia


Cae la lluvia.
Las lagrimas del cielo
Sobre el cristal.

Verde el monte.
Barrancos como ríos
Huyen hasta el mar.

Por la ladera
El agua se despeña.
Una cascada.

El viento ruge.
Pesadas nubes negras.
Envuelta en frío.

Nubes oscuras
Han secuestrado el sol.
Todo está gris.

Fotos azules.
Paisajes cálidos.
Llamando al sol.


viernes, 21 de febrero de 2014

El entorno óptimo

 El pez favorito de muchos coleccionistas es la carpa japonesa, conocida comúnmente como koi.

Lo fascinante del koi es que, si se mantiene en una pecera pequeña, sólo crece cinco o seis centímetros de largo. Si se coloca en un recipiente mayor o en un estanque pequeño, crecerá de quince a veinticinco centímetros. Si vive en un estanque de gran tamaño, puede llegar a crecer hasta cuarenta y cinco centímetros. Y cuando está en un gran lago donde puede desarrollarse por completo, puede llegar a tener hasta unos noventa centímetros.
El tamaño del pez está en relación directa con el tamaño del recipiente donde se puede desarrollar.
De igual forma, es posible hacer una analogía con las personas: todas necesitamos un espacio ecológico para crecer. Nuestro mundo determina nuestro desarrollo. Éste va a depender del espacio y las oportunidades mentales, emocionales, espirituales y físicas que decidamos darnos.
Parábola del libro "Aplicate el Cuento" de Jaume Soler y M.Mercé Conangla. 




viernes, 14 de febrero de 2014

La distancia de los corazones.


Extraído de Juntos pero no atados (Ed. Amat), de Jaime Soler y M. Mercè Conangla

Un día, Meher Baba preguntó a sus mandalíes:
- ¿Por qué las personas se gritan cuando están enojadas?
Los hombres pensaron durante unos momentos.
- Porque pierden la calma- dijo uno-, por eso se gritan.
- Pero, ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? –preguntó Baba-. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas, pero ninguna de ellas satisfacía al maestro Meher Baba. Finalmente, él explicó:
- Cuando dos personas están enojadas y discuten, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esta distancia, deben gritar para poder escucharse. Mientras más enojadas estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse la una a la otra a través de esa gran distancia.
Luego, Baba preguntó:
- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Pues que no se gritan, sino que se hablan suavemente, ¿por qué?... Sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellas es muy pequeña.
Los discípulos lo escuchaban absortos y Meher Baba continuó:- Cuando se enamoran más aún, ¿qué sucede? Los enamorados no hablan, sólo susurran y se acercan más en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es, observad lo cerca que están dos personas que se aman. Así pues, cuando discutáis, no dejéis que vuestros corazones se alejen, no digáis palabras que los distancien más. Llegará un día en que la distancia será tanta que ya no encontrareis el camino de regreso.


viernes, 7 de febrero de 2014

La ciencia nos revela que hacer para ser felices. (2)



Buscar el amor. Estadísticamente se comprueba que las personas que mantienen una relación son de media más felices que las que no tienen pareja. G. Valliant que inicio en el año 1966 el Grant Study que duró  65 años, llega a la conclusión que “la felicidad es el amor y punto”

Sonreír. El psicólogo R. Zajong que dirigió un estudio sobre el modo en que las expresiones faciales pueden incidir en la psique, descubrió que estas tienen relación causa efecto con ciertas actividades cerebrales relacionadas con la felicidad. Conclusión, cuando sonreímos, aunque nuestro estado de ánimo no esté predispuesto a ello,  somos más felices.

Buscar ambiente azules. Un estudio de la Universidad de Sussex basado en la medición de varios parámetros  fisiológicos, revela que el azul es el color que más tranquilidad transmite y el que nos hace más felices. Tanto a hombre como a mujeres. El morado tuvo efectos similares en mujeres pero no en hombres.

Los investigadores opinan que esto puede tener un carácter evolutivo ya que nuestros antepasadas vinculaban el color del cielo por la tarde a la sensación de un día bien empleado en el que  seguían vivos y con la perspectiva de una buena noche de sueño.

Plantearse objetivos y retos vitales. El neurocientífico R. Davidson de la Universidad de Wisconsin ha constatado a través de varios estudios que el esfuerzo para alcanzar un objetivo progresando en su consecución  activa emociones positivas y suprime las negativas (miedo, depresión). Según él, todos podemos cambiar a mejor ya que nuestro cerebro esta preparado gracias a la plasticidad neuronal.

Ser generoso. Emma Seppala psicóloga de la Universidad de Stanford, dirige el Centro de Investigación sobre la Compasión y el Altruismo y señala que la felicidad no reside tanto en el tener o en mejorar el estatus social y laboral, sino en el dar. La generosidad y la compasión hacia los demás incrementa los niveles de bienestar en todos los aspectos de la vida.

El altruismo activa las regiones cerebrales que provocan placer, evitan el estrés, la ansiedad y la depresión, mejora nuestras relaciones  y aumenta nuestra esperanza de vida.


Y ustedes, ¿que opinan de esto, cual es su receta para ser felices?