viernes, 19 de junio de 2015

Ecología y supervivencia















Hace unos días tuve la oportunidad de visitar en Tegueste, el pueblo donde vivo en el norte de Tenerife, una finca ecológica, la finca El Pilón que dirige Gelasio Fernández Del Castillo. http://fincaecologicaelpilon.blogspot.com.es





















Nada más llegar pudimos comprobar que la finca se ubica en un lugar privilegiado de Tegueste con unas vista  magnificas  al valle, sobre un terreno  procedente de su familia, Gelasio está realizando un cultivo totalmente ecológico. Durante la visita fuimos recorriendo las diversas instalaciones, siguiendo las interesantes explicación de Gelasio que amablemente compartió con nosotros sus amplios conocimientos sobre las distintas modalidades de cultivos, empezando por la creación de compost y humus, mediante la utilización de lombrices que enriquecen los desechos naturales que luego va a servir de abono para la tierra, la forma de aprovechar al máximo pequeñas porciones de terreno, las necesidades del terreno, la alternancia de los cultivos, el hecho de incorporar a los cultivos determinadas plantas aromáticas y también silvestres para crear así una fuente de alimentación  más atractiva para los insectos que  producen las plagas que invaden los cultivos, teniendo en cuenta todos los elementos de la naturaleza, el color de las plantas, las barreras de  arbustos para cortar el viento y resguardar el cultivo, zonas con agua para mantener el ambiente húmedo y dar de beber a los insectos como las abejas y a los lagartos evitando así que busquen saciar su sed con la savia de las plantas, el cuidar de dejar espacio entre los brotes de las tomateras para que los pájaros puedan comerse los insectos que  se posan sobre las plantas, et tipo y la calidad de cada terreno, etc.. todo ello explicado de forma amena, apasionada y disfrutando al comprobar la calidad y el aspecto sano de las verduras y hortalizas que posteriormente sirven, en esta primera etapa, para surtir el comedor de algunos colegios de la localidad, garantizando así una alimentación realmente sana para los alumnos.



Pudimos constatar que esta iniciativa se basaba esencialmente en un amplio conocimiento de técnicas naturales ya comprobadas, si bien como nos confirmó Gelasio siempre se aprende algo nuevo sobre el comportamiento de la tierra y de las distintas plantas que comparte con numerosos grupos de personas a lo largo y ancho del mundo comprometidos con una forma de cultivar y cuidar la tierra, productiva y no agresiva, lo cual redunda en unos productos de alimentación más sana y abundante.


Además este proyecto se realiza en colaboración con la Universidad de La Laguna y varias organizaciones  de carácter internacional concienciadas con la necesidad de aplicar métodos más naturales en lugar del uso tóxico y destructivo de los productos químicos que agotan la tierra y también nos envenenan perjudicando seriamente nuestra salud.


Como suele ocurrir en nuestra sociedad, nos encontramos con la necesidad de utilizar, divulgar y compartir el conocimiento educándonos y aplicando prácticas éticas que se centren en un beneficio equilibrado para todos incluido el planeta en el que vivimos.


En esta línea de pensamiento y de acción existe una nueva corriente que  se esta extendiendo a lo largo de todo el mundo, promocionada por varias organizaciones como la que viene de Canada y se está extendiendo por Europa promovida por el eminente astrofísico, el Dr. Hubert Reeves, presidente  de la Association Humanité et Biodiversité, entre otros, que nos anima a implicarnos más directamente en cuidar el medio ambiente, no derrochar recursos naturales e incluso crear lo que él llama pequeños oasis en nuestros jardines, barrios, terrazas o balcones. En estos “oasis” se sugiere plantar frutales y hortalizas o verduras para autoconsumo además de flores que atraerán y mantendrán vivas variedades de insectos polinizadores como las abejas.

Por supuesto, también es necesario exigir políticas que planteen proyectos a medio y largo plazo de carácter educativos para un desarrollo sostenible de nuestras sociedades. Mientras tanto es necesario que cada uno se responsabilice en mayor o menor medida con lo que dispone y aporte su granito de arena actuando en función de sus posibilidades, aprendiendo de los que ya están en el camino ecológico ya que en ello nos jugamos nuestra supervivencia.




viernes, 5 de junio de 2015

Afrontando la desmotivación



Ocurre a veces que después de un tiempo de esfuerzos continuados, a punto ya de llegar a la meta, empezamos a flaquear, nos sentimos desilusionados, cansados y desmotivados, estamos a punto de tirar la toalla y de paso tirar por la borda horas, semanas, meses o incluso años de trabajo, estudio, esfuerzos que pueden quedar hechos añicos, pasando así de alcanzar una meta, como terminar una carrera o entregar un proyecto que puede marcar nuestra vida profesional, pasando así de conseguir un título, una ventaja que puede  dar lugar a una promoción a no tener nada en absoluto. Pero lo peor no es ya la perdida de esa meta sino la merma de nuestra autoestima que se produce siempre que dejamos algo sin terminar.

Veamos un poco como es este proceso: empezamos a experimentar un  sentimiento de confusión, de agobio, de caer en picado.

¡Sigamos adelante! es el momento de demostrarnos a nosotros lo que somos, hasta donde podemos llegar.

¿Pero cómo seguir adelante cuando  ya hemos perdido la motivación?
Moviéndonos sin parar, yendo paso a paso, de modo que un paso impulse a otro. En cuanto empezamos a avanzar nos vamos sintiendo mejor, nos vamos dando cuenta de que  podemos con ello, de que queremos avanzar más.

Nos vemos inmersos en la incertidumbre y el malestar, lo cual no suele ser muy agradable, pero sin embargo poco a poco nos damos cuenta que sin ello nunca conseguimos nada que merezca realmente la pena. Es el proceso de salida de nuestra zona de confort, es el que nos permite crecer. No lo hacemos con una meta concreta sino para aprender algo nuevo, porque ya estamos hartos de sentirnos mal y de lamentarnos. Queremos salir de esa alcantarilla en la que hemos caído. Seguimos adelante porque no queremos que  sea el miedo el que tome las riendas de nuestra vida y no queremos tirar la toalla cada vez que encontramos alguna dificultad, alguna forma de resistencia. Nos sentimos movidos por la curiosidad, queremos saber hasta donde  podemos llegar para conocernos mejor.

Hagamos una pausa y recordemos  lo que nos llevo a iniciar ese camino y en el fondo nos damos cuenta de que lo más importante no es la meta sino todo lo que hemos aprendido a lo largo del mismo y tomamos consciencia de lo bien que nos sentimos y de que sea lo que sea lo que nos propongamos podemos conseguirlo.

Así que  ánimo, sin miedo, adelante, a ponerse en marcha y a demostrarnos a nosotros mismos, que podemos hacerlo.