Hoy deseo compartir esta interesante información procedente del campo de las neurociencias. Según el Psiquiatra, profesor John Ratey, de la Universidad de Harvard, en su libro Spark, the revolucionary new science of excercise and the brain, (que se puede traducir como : Chispa, la nueva ciencia revolucionaria del ejercicio y la mente) no hay nada mejor para mantener y mejorar la salud mental que el ejercicio físico.
Al comparar inicialmente grupos de personas que realizaban ejercicio con otros grupos de personas que no lo hacían, descubrió que aquellos que realizaban ejercicio de forma habitual obtenían un mejor rendimiento en las tareas cognitivas en comparación con los que no realizaban ejercicio. Incluso los resultados apuntaban a que las personas que realizaban ejercicio de forma intensiva o moderada presentaban un menor riesgo de padecer Alzheimer u otras formas de demencia. Si bien se podría pensar que no solo podía incidir en estos resultados el ejercicio físico sino además otros factores como un mejor nivel socio económico, una dieta adecuada y una buena salud mental inicial.
Para resolver esta duda, se procedió a seleccionar al azar un grupo de personas que compartían estas últimas características en un grado muy similar y de las cuales unos realizaron ejercicio aeróbico (3 horas por semana durante seis meses) y otros no practicaron ejercicio durante el mismo tiempo, de este modo se valoraba de forma más ajustada el efecto de la variable ejercicio en el experimento. El resultado fue que las personas (entre 55 y 80 años) que realizaron ejercicio físico habían incrementado sus capacidades cognitivas (mejorando memoria, comprensión, capacidad de aprendizaje, autocontrol, etc..), además observaron que se había incrementado el volumen cerebral de las áreas frontales y temporales que están directamente relacionadas con el movimiento, autocontrol y memoria. Si bien no se pudo averiguar los cambios a nivel celular que pudieron producir esa modificación en el volumen del cerebro, dedujeron en base a otras investigaciones previas sobre animales, que podía ser debido a un incremento de los vasos sanguíneos y de las conexiones neuronales.
La pregunta que se planteaba era la siguiente : ¿cómo se puede comparar el ejercicio físico con el ejercicio mental?
Se sabe por la preparación de los deportistas de alta competición, que el ejercicio mental que se suele utilizar para mejorar el rendimiento físico, solo se puede enfocar a tareas muy específicas y no se generaliza a otras tareas que no han sido entrenadas.
El ejercicio físico sin embargo, tiene un efecto más amplio y generalizador, sin llegar tampoco a mejorar todas las capacidades, pero si que tiene un beneficio muy importante en cuanto a las capacidades de control, es decir, planificación, memoria de trabajo, realización de tareas múltiples, aprendizaje y concentración.
Si bien a partir de esto se abre un interesante campo de investigaciones para conocer más sobre la interacción del físico sobre la mente, no cabe duda que el ejercicio físico es un elemento muy a tener en cuenta a la hora de mantener o mejorar una buena salud mental.
Por cierto,esta semana se cumplieron dos años de este blog, se me olvidaba, ...voy a tener que hacer más ejercicio físico... .
A propósito el ajedrez está considerado como un deporte y si no que se lo digan a los maestros del ajedrez de como cuidan su estado físico.
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