sábado, 6 de febrero de 2010

¡Vaya semanita!


Vaya semanita que hemos tenido en Tenerife…


El pasado lunes por la tarde cayeron unas lluvias torrenciales sobre la isla que afectaron especialmente a la capital Santa Cruz y también La Laguna, así como algunos pueblos de los alrededores, una vez más calles que se convirtieron en torrentes de barro que arrastraban piedras, produciendo importantes destrozos por donde irrumpieron. Se pueden ver en Youtube numerosos videos que atestiguan el aterrador panorama. Afortunadamente no hubo que lamentar pérdidas humanas.


Y por si fuera poco, cuando ya empezábamos a reponernos del temporal y volvía el buen tiempo, el viernes después de las 3 de la tarde nos sorprendió, también en Santa Cruz y en la zona norte de la isla, un estremecedor bombazo, resultante de un terremoto de grado 4 en la escala Richter. Muchas personas no saben que los movimientos sísmicos ocurren constantemente en todo el mundo, aunque tan solo unos pocos se manifiestan de forma tan violenta como lo que hemos podido observar recientemente en Haiti.


Este segundo hecho ha incrementado aún más el temor y la sensación de pérdida de control entre muchas personas, al menos eso es lo que he podido observar a mi alrededor. Esa sensación de pérdida de control produce un sentimiento de indefensión que es el estado psicológico que se produce cuando los acontecimientos a los que se enfrenta una persona son incontrolables e impredecibles, caóticos o desordenados, dando lugar a la incertidumbre lo cual suele producir conductas y pensamientos supersticiosos que llevan a la sumisión y la pasividad.


Cuando perdemos la percepción del control nos sentimos más vulnerables, inseguros y nos estresamos de forma alarmante pudiendo generar síntomas de estrés postraumático o trastornos de adaptación que se manifiestan con ansiedad, depresión, fobias, generalizando todo tipo de miedos que producen un gran malestar.


¿Qué podemos hacer para paliar o evitar llegar a esto?, en un primer momento expresar ese miedo, hablarlo, gritarlo o llorarlo, sacarlo de alguna forma, luego respirar profundamente cuando sentimos que la angustia intenta reaparecer, hacer ejercicio físico, distraerse, relajarse visualizándose en un lugar seguro, evitar los pensamientos obsesivos y cambiar los pensamientos negativos por otros positivos. Si con esto no basta es evidente que conviene consultar con un/a profesional.




Candelas...
Espacios en blanco y negro

Verde



1 comentario:

  1. IL y a de quoi avoir peur c'est affreux
    Je ne sais pas quoi dire car il faut se trouver dans cette situation le strest viens tout seul,heuresement qu'il y a les psicologues .Bises

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