Soy aficionada a la Ciencia Ficción y no pude resistirme a ver la película. Hace mucho tiempo que no veo una buena película del género y francamente, esperaba algo más.
Cuanto echo de menos a los grandes Maestros, entre otros muchos, Asimov y especialmente Robert Silverberg, este tiene la facultad de transportarnos hasta algún planeta en los confines del universo para luego dar un salto quántico y dejarnos buceando por los laberintos de nuestro propia psique, ese lugar donde siempre encontramos las más fascinantes y misteriosas aventuras enfrentándonos a nuestros miedos, dudas y deseos…
Resumiendo escuetamente la película ambientada en el 2154 trata de una expedición comercial con apoyo militar de terrícolas que intentan invadir Pandora, la luna de un planeta habitada por unos seres humanoides de piel azulada, cuerpos estilizados, dotados de una sensibilidad y unos poderes que les permiten estar en contacto con los demás seres de la naturaleza y que viven una vida idílica y primitiva, desgraciadamente el lugar alberga un mineral de muchísimo valor, para alcanzar su meta los terrícolas utilizan a un marine que quedó parapléjico y es seleccionado para participar en el programa Avatar, un proyecto que transporta la mente de los científicos a unos cuerpos creados artificialmente, idénticos a los nativos para que así la comunicación con ellos resulte más fácil. Aunque al principio todo parece muy científico, llega un momento en que el jefe militar y el comercial se impacientan, mientras que el supuesto guerrero se va integrando en la cultura de los nativos, se enamora, cómo no, de la hija del jefe y a partir de ahí se monta el pollo… Os podéis imaginar el resto, seguro que no os equivocareis.
Se echa en falta el suspense, todo es tristemente predecible hasta el aburrimiento. No se aprecia nada nuevo, se observan incoherencias en algunas escenas y un continuo de lugares comunes de la ciencia ficción, unos toques de autocrítica sobre la conducta de las naciones imperialistas, una visión romántica de la ecología y la biodiversidad; los malos son muy malos y los buenos son muy buenos; no falta tampoco el personaje de la científica que tratando de ir más allá de la ciencia acaba dándose de bruces con la espiritualidad, etc., etc.. Tan solo se salvan los efectos especiales, eso si, muy cuidados y el trabajo correcto de los actores. En resumen un cuento ecológico ingenuo, algo así como una nueva versión de Pocahontas o La selva esmeralda, en plan estelar. La Guerra de las Galaxias de G. Lucas sigue a años luz de esto.
Tendremos que volver a esperar a que alguien nos haga una buena película de ciencia ficción. Mientras tanto me vuelvo con mis clásicos del género, al menos ellos no fallan.
Je n'ai pas vu le film ,mais avec l'explication que tu donne ça doit être long a attendre la fin.Bises
ResponderEliminarLo has dejado muy claro a ver si lo lee el director y para la próxima película lo mejora.
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