Personalmente hace ya algún tiempo, he tomado conciencia de que realmente me queda poco tiempo, no me refiero a ninguna percepción extrasensorial a través de la cual hubiera podido percibir un próximo final de mi vida, no, es simplemente una cuestión de lógica, teniendo en cuenta las estadísticas con respecto a la esperanza de vida en nuestros días, la realidad es que ya me queda poco, o al menos a mi me lo parece. Ya sabemos que no hay nada más subjetivo que el tiempo, por supuesto, pero realmente son tantas las cosas nuevas que observo, oigo y aparecen cada día, que sé perfectamente que no me va a dar tiempo a dedicarme a todo lo que me gustaría conocer, y eso que hace tiempo aprendí a ser selectiva en mis actividades para no dispersarme…
Reconozco que la curiosidad innata que me ha caracterizado desde mi infancia, afortunadamente, no me ha abandonado con los años. He tenido bastantes oportunidades de estudiar, aprender, practicar, conocer muchos temas y aspectos de lo que conforma la vida en la tierra y si bien he procurado aprovechar muchas de ellas, en función de mis posibilidades, con el paso del tiempo, cada vez me doy más cuenta de lo poco que sé, algunas veces me resulta algo exasperante, otras como hoy pienso, bueno, hacemos lo que podemos, si el tiempo no nos alcanza lo dejaremos para la próxima vida…
En cualquier caso la verdad es que : “El tiempo es el regalo más preciado que tenemos porque es limitado.”
Mensaje de Mario de Andrade (Poeta, novelista, ensayista y musicólogo brasileño)
"Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...
Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a maniobreros y ventajeros..
Me molestan los envidiosos que tratan de desacreditar a los más capaces para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa.... Sin muchas golosinas en el paquete...
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír de sus errores.
Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya de sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas....
Gente a quien los golpes duros de la vida le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí, tengo prisa, pero por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan...
Estoy seguro que serán más exquisitas que las que hasta ahora me he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera, llegarás..."
Mario de Andrade
Reflexiones muy acertadas que comparto, sólo me cabe recordar las palabras que al respecto dijo el querido escritor Francisco Ayala que ha muerto con 103 años...." en conciencia cada cual sabe si cada uno ha hecho lo que debía o no"
ResponderEliminarok!
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