viernes, 2 de mayo de 2014

Mantener la concentración


Recientemente se está hablando mucho de la capacidad de realizar multitareas, lo cual equivale a hacer muchas cosas a la vez, actividad en la cual  parece que somos expertas las mujeres… y por otra parte de la facilidad con la cual nos distraemos o dispersamos nuestro pensamiento debido a la avalancha de información y actividades que podemos desarrollar mediante las nuevas tecnologías con Internet y las diversas redes sociales.

No es difícil comprobar que ambas cosas son reales y pueden darse según  el tipo de actividad que manejamos. Afortunadamente como toda sombra tiene su luz, se está imponiendo un remedio para esto, se trata del Mindfullness, una forma de cortar con esta tendencia a la dispersión y centrarnos en el  presente, mediante ciertas técnicas meditativas que se pueden llevar a cabo a lo largo del día de forma sencilla si bien esto requiere compromiso,  atención y perseverancia.

No pretendo demonizar las nuevas tecnologías ya que bien usadas son muy útiles, pero teniendo en cuenta que todos en mayor o menor medida sufrimos ahora de lo que podría llamarse “Síndrome de Distracción” que nos impide  hacer todo lo que queremos o tenemos que hacer, podemos ir aplicándonos estas  sugerencias : 

1.    Darnos cuenta de que sufrimos ese problema que nos lleva a dejar volar nuestra mente de una actividad a otra. Jung solía decir que el hecho de reconocer un problema ya suponía parte de su solución.

2.    Averiguar cual es nuestra principal distracción. ¿Que cosas nos atraen compulsivamente? y reconocer  ¿de que nos permiten huir?

3.    Empezar a centrarnos en las tareas por hacer y elegir una de ellas. Podemos tener toda una lista de actividades que tenemos que hacer, y que nos llevan a saltar de una a otra. Empecemos por una sola.

4.    Eliminar distracciones. Cuando nos disponemos a trabajar sobre el tema elegido, cerramos todos los demás programas que no necesitamos para ello, si es preciso incluso desconectarse de Internet, silenciar el teléfono, cerrar el correo, FaceBook, Twitter y demás mensajes ó avisos, etc… para poder centrarnos exclusivamente en lo que estamos haciendo.

5.    Usar una alarma cada 15, 20 ó 30 minutos, (lo que nos resulte más cómodo) durante ese tiempo nos centramos en lo que estamos haciendo, si terminamos antes de que suene la alarma pasamos a la siguiente tarea, pero evitamos pasar a alguna de las distracciones que hemos reconocido al principio.

6.    Observar como la mente intenta huir hacia esas distracciones. Es normal, forma parte del “Síndrome de Distracción”. Sentimos el impulso de ir hacia ellas. Nos sentimos incómodos con la concentración, confusos, puede que incluso asustados por la dificultad. No pasa nada, podemos con ello. Ese temor es lo que nos empuja hacia la distracción. No lo tengamos en cuenta, es solo un pensamiento. Dejémoslo pasar. Sigamos con nuestro  trabajo.

7.    Tomar un respiro. Cuando suena la alarma, volver a ponerla para 5 ó 10 minutos y hacemos un descanso durante el cual podemos pasar a dedicarnos a alguna de esas distracciones, pero tan pronto como suene la alarma, lo dejamos y volvemos al trabajo durante otros 20 o 30 minutos. El hecho de tomarnos un respiro de esta forma nos permite aliviar la tensión y el temor, pero de una forma controlada, evitando así que nos pasemos el día distraídos y haciendo que nuestro trabajo resulte más productivo. 


Podemos intentarlo aunque sea por un día y ver los resultados. Esto también es de alguna manera una práctica meditativa. En realidad es una meditación productiva.
 
(inspirado de Leo Babauta – Zen Habits)



No hay comentarios:

Publicar un comentario