viernes, 8 de junio de 2012

Cambios con sentido común.


(Volviendo a la línea minimalista) Cuando se nos acumulan los problemas y nuestra vida empieza a parecerse a un caos, solemos darle vueltas y más vueltas sin obtener resultado alguno. Ha llegado el momento de actuar, de hacer algunos cambios. Pero para  tener eficacia esos cambios tienen que ser proporcionales a la medida del caos, si el problema es grande y nos absorbe produciendo ideas obsesivas conviene tomar una decisión radical y llevarla a cabo hasta que las cosas cambien de verdad y mejore de forma notable  la tensión y el agotamiento mental.

Veamos algunos ejemplos : Para recordarlo todo, mejor que pegar un post-it en la nevera, considero que  llevar una agenda resulta mucho más eficaz, se puede usar la del teléfono que resulta muy práctica y hacer que suene a una hora programada con el recordatorio de lo que toque hacer; pero la de toda la vida es igual de válida.

El correo electrónico, es sin duda una fuente de distracción muy importante, que hay que atender para evitar que se  acumule el correo sobretodo si  recibimos correos relacionados con nuestro trabajo… yo suelo mirar el correo unas 3 veces al día, por la mañana antes de ponerme a trabajar,  al mediodía al terminar el trabajo de la mañana y por la tarde al terminar la jornada. Procuro contestar sobre la marcha los correos que llegan e ir borrándolos o guardándolos en la carpeta correspondiente según su utilidad o importancia, con el fin de dejar siempre limpia la bandeja.

Las noticias y los PPS, reconozco que huyo de la infoxicación y solo voy a grano de la información que me interesa enviándole resto al cubo de basura y evitando así perdidas de tiempo y mucho estrés. Me informo de cómo va el mundo con las noticias de la mañana durante el tiempo que dedico al aseo escuchando la radio.

Consumo compulsivo, como no veo la TV ni los anuncios, evito tentaciones y compras innecesarias, a la hora de comprar algo que no sea una necesidad real o de uso inmediato, suelo mantener la idea en “la nevera”-mental- durante  al menos una semana, la mayor parte de las veces se me olvida, con lo cual no lo necesitaba, pero si no es el caso, me informo de manera exhaustiva por Internet o hablándolo con personas más o menos expertas que ya lo usan y cuando estoy convencida, si todavía lo necesito lo compro. En cualquier caso aconsejo aplicar una filosofía minimalista al tema de las compras, de esta forma  ahorramos y no llenamos  la casa de trastos.

Falta de tiempo, siempre nos quejamos de la falta de tiempo. Si somos conscientemente selectivos en cuanto a aquello en lo que empleamos nuestro tiempo, si elegimos los programas que realmente queremos ver en televisión descartando los demás, si escuchamos algún audiolibro mientras conducimos o hacemos ejercicio, poco a poco iremos acumulando tiempo para aquellas actividades que necesitamos o nos apetecen.

Motivación y sentido de nuestra vida. Esto es importante, si queremos vivir bien, me refiero a tener una vida plena, debemos darle un sentido a lo que hacemos, sea esto lo que sea, pero eso cada uno debe buscarlo y encontrarlo en lo más profundo de sí mismo. Si un@ no se siente satisfech@ con su  trabajo puede tratar de cambiarlo por algo que le resulte más satisfactorio o un autoempleo y si eso no es posible, habrá que aceptarlo o planificarlo, esperar y procurar dedicar un tiempo cada día o al menos cada semana a hacer aquello que más nos guste, solo así lograremos motivarnos y hacer que cada día tengamos más ganas de afrontar los retos que se plantean para crecer y hacernos mejores personas.

Para esto debemos decidir, actuar, realizar cambios en nuestra vida que se  adapten a nuestras necesidades reales y sobre todo ser perseverantes. Como pueden ver los anteriores son casos puntuales pero de sentido común, empecemos por cosas pequeñas y simples que nos harán la vida más fácil y nos darán  animo y seguridad para seguir.


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