viernes, 10 de febrero de 2012

¿Cuál es tu “don”?

Cuando Joseph Campbell, el más famoso de los estudiosos de mitología de nuestro tiempo (y autor, entre otros libros, del excelente "El Poder del Mito") creó la expresión "siga a su don", estaba expresando una idea cuyo momento parece haber llegado. Paolo Coelho en "El Alquimista" lo describe bajo el nombre de “Leyenda Personal”.

Alan Cohen, un terapeuta afincado en Hawai, también trabaja sobre el tema. Él cuenta que cuando en sus conferencias pregunta quien está insatisfecho con su trabajo, las tres cuartas partes de la audiencia levanta la mano. Cohen ha creado un sistema de doce pasos para ayudar a las personas a reencontrarse con su "don"

1) “Dígase a si mismo la verdad: divida una hoja de papel en dos columnas y escriba en el lado izquierdo todo lo que le encantaría hacer. Después escriba en el lado derecho todo lo que está haciendo sin entusiasmo. Escriba como si nadie fuese a leer lo escrito, y no censure, ni juzgue sus respuestas.

2) Comience despacio, pero hágalo: busque en internet o pasese por una agencia de viajes, y procure encontrar algún viaje que encaje en su presupuesto o vaya a ver la película que está postergando ver o compre ese libro que tanto desea leer. Sea generoso consigo mismo y verá como estos pequeños pasos le harán sentir más vivo.

3) Vaya parando despacio, pero deténgase: Hay cosas que agotan por completo su energía. ¿Es tan imprescindible ir a esa reunión del comité? ¿Tiene que ayudar a esa persona que no desea ser ayudada? ¿Tiene derecho su jefe a exigirle que, además del trabajo, usted deba concurrir a las mismas fiestas que él? Al dejar de hacer lo que no le interesa, se dará cuenta de que estaba exigiéndose más de lo que los otros realmente pedían.

4) Descubra sus pequeños talentos: ¿Qué es lo que sus amigos dicen que usted hace bien? ¿Lo que usted hace a gusto, aun cuando no sea perfecto en su ejecución? Estos pequeños talentos son mensajes escondidos de sus grandes talentos ocultos.

5) Comience a elegir: Si algo le gusta, no lo dude. Si está en duda, cierre los ojos e imagine que ya tomó la decisión A, y vea todo lo que le comportará. Haga lo mismo con la decisión B. La decisión que le haga sentir más conectado con la vida es la correcta, aun cuando no sea la más fácil.

6) No base sus decisiones en ganancias financieras: Éstas llegarán si usted realmente hace algo con entusiasmo. El mismo jarrón, hecho por un orfebre que adora lo que hace, o por un hombre que detesta su oficio, tiene un alma. Será rápidamente vendido (en el primer caso) o quedará encallado (en el segundo caso).

7) Siga su intuición: El trabajo más interesante es aquel que le permite ser más creativo. Einstein decía: "Yo no llegué a mi comprensión del Universo usando solamente las Matemáticas". Descartes, el padre de la lógica, desarrolló su método a partir de un sueño que tuvo.

8) No tenga miedo a cambiar de idea: Si dejó de lado una decisión y ello le molesta, vuelva a pensar lo que escogió. No luche contra aquello que le gusta más.

9) Procure descansar: Un día por semana sin pensar en el trabajo permite que el subconsciente le ayude, y muchos problemas (aunque no todos) se solucionan sin ayuda de la razón.

10) Deje que las circunstancias le muestren el camino más agradable: Si usted está luchando demasiado por algo y no obtiene resultados, procure ser más flexible y entréguese a los caminos que la vida le muestra. Eso no significa renunciar a la lucha, ser perezoso, ni dejar las cosas en manos de los otros; significa entender que el trabajo con amor nos da fuerzas y no desesperación.

11) Preste atención a las señales: Es un lenguaje individual, unido a la intuición que aparece en los momentos adecuados. Aunque las señales indiquen una dirección opuesta a la que usted había planeado, sígalas. A veces se equivocará, pero es la única manera de aprender este nuevo lenguaje.

12) Finalmente ¡arriésguese! Los hombres que cambiaron el mundo comenzaron su camino mediante un acto de fe. Tenga fe en la fuerza de sus sueños. Dios es justo, y no colocaría en su corazón un deseo imposible de ser realizado.”

Parece un programa interesante para conectar con la fuente de nuestra motivación, con nuestro “don” ó debería decir nuestro “duende personal”, aquel que nos hace sentir más vivos al permitirnos fluir con la vida en la corriente del universo.

3 comentarios:

  1. A Cohen se le olvidó decir: puede seguir con su "don" o armarse de paciencia para leer los 12 parrafos de marras.

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  2. Si claro el que tiene el don todo le va de maravilla y el que no lo tiene se echa la cuenta La Lechera y todo le sale mal, es una question de costumbre.Grosse bise.

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  3. Todos nacemos con algún "don". Hay que saber conectar con el de un modo adecuado.
    Algunos lo encuentran, otros no, otros transitan por la vida sin advertir su presencia...

    Un saludo

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