viernes, 20 de enero de 2012

Heridas

La vida de las personas no siempre es un camino de rosas. Desgraciadamente en algunos casos, hay personas que sufren situaciones terribles que les dejan una profunda huella de por vida.

Ese sufrimiento o ese dolor cuya huella y se instala en lo más hondo de su mente generando emociones y sentimientos de rabia u odio, que alimenta a lo largo de los años unos procesos degenerativos que van afectando al cuerpo creando todo tipo de enfermedades que además de causar aún más dolor, ahora en lo físico, van poco a poco destruyendo a la persona, culminando así el daño que se inicio muchos años atrás.

De sobra sabemos que no podemos cambiar el pasado y que el futuro está por venir o debería decir por crearse y lo único que podemos hacer es procurar en el presente configurar día a día ese futuro, tratando de darle en la medida de lo posible, una forma satisfactoria.

Para ello, lo único que se puede hacer es tomar conciencia de la situación que os causa el daño y poner todo el empeño en sacar el odio y la rabia interiorizados ya que de seguir manteniéndolo la persona sigue sufriendo igual que en el aquel momento en que fue inicialmente herida.

Siempre que hay apego hay miedo a perder algo o alguien, ya sea algo positivo o algo negativo de esta forma en algún momento la victima pasa a ser su propio verdugo y es incapaz de salir de una relación destructiva manteniéndose en una huida hacia delante. A veces también puede llegar a pensar que si deja de odiar puede estar traicionándose a si mismo y mantiene el apego. Por eso el primer paso está en tomar conciencia de ello para poder llegar a perdonar o a perdonarse, ya se que no es nada fácil, pero hay que intentarlo si se quieren recuperar las ganas de vivir y disfrutar de las nuevas oportunidades que les ofrece la vida.

Existen técnicas de psicología que ayudan a superar traumas profundos vividos en la infancia, como por ejemplo la técnica de EMDR que utilizo en las sesiones de psicoterapia y que da excelentes resultados. No obstante en algunos casos el daño es tan grave que llegado a afectar a la estructura mental y no siempre se puede aplicar esta magnífica técnica. En esos casos tenemos que dar mucho apoyo a esa persona y enseñarle alguna técnica para que consiga sacar esa rabia y ese odio que perpetua su sufrimiento y le está matando.

Una forma de sacarlo puede consistir en ayudarle a expresarlo de alguna manera que le resulte factible, ya sea mediante ejercicios físicos, mediante la escritura, el dibujo o la pintura, o incluso la música. Poco a poco la persona se va vaciando de la rabia y el odio que deja de alimentar la herida y permite que está empiece a sanar. Empieza a cambiar su forma de pensar, va toma plena conciencia a niveles profundos de que ya no existe aquel peligro inicial o dependencia y ya no necesita seguir odiando ni sentir miedo, solo entonces desde ese punto de lucidez y aceptación, puede iniciarse una curación.

Debemos darnos cuenta del poder de nuestra mente que puede tanto generar bienestar como crear muchísimo dolor e infelicidad en nuestras vidas, según como reaccionamos ante las situaciones que nos ocurren; podemos elegir qué hacer: obsesionarnos con ellas y perder tiempo y energía, o pasar página y concentrarnos en otras que realmente nos satisfacen.

Conviene por lo tanto estar alertas para mantener siempre una actitud positiva y evitar cualquier forma de intoxicación de tipo mental, emocional o físico que produce miedo y que puede conducirnos a la depresión, la desesperación o alguna enfermedad física. Debemos esforzarnos por tratar de darle la vuelta por difícil que pueda parecernos ya que esa será siempre nuestra mejor medicina.

6 comentarios:

  1. En la vida de una persona las circunstancias por las que ha tenido que pasar influye mucho en su personalidad y no a todas les afecta por igual. Lo más comodo es justificar su actitud en función de lo que pasó. Lo dificil es intentar objetivar y superar la rigidez mental.

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  2. Hay tantas cosas mal aprendidas, repetidas durante tantos años
    que, si tienes la suerte de darte cuenta, se presenta ante tí un
    enorme trabajo lleno de gratas sorpresas. Bss.

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  3. No es fácil salir de un pasado donde se ha sufrido maltrato físico y psicológico; éste último es el más dañino porque deja marcada a una persona a veces de por vida. Y no todas las personas afrontan esos acontecimientos de la misma manera. Influye su personalidad y su forma de ver la vida y muchas no son fuertes, quedando anclados en el pasado que los hace sufrir através de la rabia, el odio y todas las emociones negativas que se puedan enumerar. Son éstas con las que más hay que trabajar para desmontar lo máximo de su pasado y pueda aprender a construir el presente de una forma segura donde en la medida de lo posible lo anterior ya no le hará daño. Aunque no se vive en una burbuja y en la vida se pueden presentar otras situaciones difíciles. Por eso, la importancia de contar con una familia o al menos una parte de ella que te pueda apoyar, unos buenos amigos aunque sean pocos y porque no el apoyo de un buen profesional que te de una visión objetiva del exterior.

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  4. Cuando ha existo o hay maltrato, ya sea físico o psicológico, el apoyo emocional es una excelente muleta en estos casos, ya sea por parte de la familia, de los amigos, de un grupo de apoyo o de un profesional, pero siempre que se pueda, viene bien tratarlo con una terapia que permita resolver el trauma.

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  5. Hace unos años fui diagnosticada con TLP. Los que padecemos esta "patología" si se le puede llamar así, nos sentimos un poco incomprendidos por los médicos de salud mental, muchos de nosostros nos pasamos casi toda una vida buscando a un buen profesional que nos ayude y nos asesore. No es fácil salir del abismo en el que nos encontramos pues la mayoría de nosostros hemos vivido situaciones realmente traumáticas en nuestra infancia. He leído su artículo sobre la técnica EMDR y quisiera preguntarle si en estos casos puede resultar efectiva dicha técnica en pacientes con TLP.

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    1. Según la información de que dispongo debido a la relevancia de las experiencias traumáticas que se encuentran en trastorno (TLP) algunos síntomas que sufren los pacientes podrían remitir con EMDR, de hecho así ha sido en algunos casos, en especial en cuanto a la impulsividad y la inestabilidad, no obstante, no está demostrado definitivamente que el uso sistemático de esta terapia tenga un efecto concluyente en este tipo de trastornos.

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