Por estas fechas, ya estamos pensando en lo que vamos a regalar a nuestros parientes o amigos por Navidad o Reyes según la costumbre familiar. Por mi parte, suelo tener ya anotada una lista de cosas para regalar a los míos. Tengo la costumbre de ir apuntando a lo largo del año en mi lista cuando veo algo que considero pueda gustar o ser útil para regalar en cualquier momento, de modo que cuando llega finales de noviembre ya tengo la lista de ideas bastante surtida. Me gusta sorprender a los míos con algo nuevo, original, práctico y si es posible con un toque artístico, sin embargo, desde hace algún tiempo trato sobretodo de buscar también algo en la línea minimalista, lo cual no tiene porque ser carente de estética.
Pensando no solo en forma minimalista, sino también porque estamos en período de crisis y no nos queda más remedio que adaptarnos, tratando de huir del consumismo y sin olvidar que el cariño no se compra con dinero sino con gestos y detalles que salen del corazón. Si no disponemos de medios para comprar regalos, siempre podemos hacerlos, ya sea algo de artesanía, escribir una poesía o un cuento, regalar una fotografía, un calendario con fotos personales, un póster con una bonita composición de fotos o una película con fotos de familia o de algún evento en forma de pase de diapositivas, incluso puede ser alguna prenda o también un dulce especial que habremos confeccionado con cariño, pensando siempre en la persona a quien va destinado que lo sabrá apreciar al recibir algo único.
Igualmente en esta línea minimalista tratando evitar la acumulación de objetos y pensando que en general gran parte de nosotros tenemos “de todo”, pero sin embargo, tenemos que realizar el intercambio de regalos, es una buena idea también regalar cosas para disfrutar sobre la marcha, por ejemplo, un bono para una sesión en un spa, una buena botella de vino, alguna delicatessen, una entrada para algún espectáculo, etc…
En fin, se trata de no caer en el consumismo pero como hasta cierto punto es inevitable consumir, actuar de forma a la vez afectuosa y racional, evitando endeudarnos y sin pretender impactar ni crear una sensación de deuda en el otro que puede sentirse obligado a corresponder con algo similar en valor, hacer que el regalo resulte algo agradable y útil a la vez y que no sea un trasto más para guardar en un cajón, procurar que el que recibe el regalo se sienta cómodo, vea que realmente hemos dedicado una parte de nuestro tiempo a ponernos en su lugar, pueda apreciar nuestra elección y sienta el deseo de usarlo.
Y no olvidemos que un regalo es sobretodo un presente, un momento de placer compartido entre el que recibe y el que entrega, en un encuentro de mutuo agradecimiento afectuoso y sincero.
El regalo es siempre motivo de satisfación por parte del que lo entrega y una agradable sorpresa por parte del que lo recibe.
ResponderEliminarLes cadeaux font toujours plaisir et de fois avec pas quand chose.Tu as des idées géniales,moi je ne sais pas par ou commencer.Grosses bises.
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