Desde este modesto blog me apetece hoy dar mi opinión sobre un personaje altamente controvertido, Steve Jobs, cuyo fallecimiento en el día de ayer ha conmovido los cimientos de nuestra sociedad occidental.
Fue un personaje capaz de levantar pasiones, en pro y en contra, sin dejar a nadie indiferente. Su trabajo incansable, impecable y casi obsesivo revolucionó la historia de la tecnología del siglo XXI.
Es conocida su fama de exigente con sus trabajadores y socios, tanto como lo era consigo mismo, también el fomento de un marcado consumismo por sus productos entre sus seguidores debido a los cambios periódicos y anunciados con cuidada y aparentemente improvisada escenografía y sin olvidar su estrategia de ventas que monopolizó el mercado
Sin embargo es innegable que con su inteligencia, perseverancia y visión puesta en el futuro, su forma de "pensar diferente", consiguió cambiar radicalmente la forma de crear experiencias, logró que los consumidores de sus innovadores productos se aficionaran a una evolución constante y a la excelencia que aplicaba a sus productos, tanto en el aspecto de sencillez, simplicidad, efectividad además de sobriedad y estética en su diseño, fomentando el conocimiento y la comunicación.
Paradójicamente a pesar de impulsar el consumismo, supo crear un teléfono que es un símbolo del minimalismo, ya que con un solo aparato se pueden realizar infinidad de funciones y como dice alguien muy cercano a mi, “hasta te permite hablar por teléfono”. Supo plasmar su tendencia al perfeccionismo en la materia con un aparatito que cabe en la palma de la mano.
Reconozco que durante años me produjo un sentimiento de atracción/repulsión y me resistí a entrar en lo me parecía una especie de secta, la de los llamados “maqueros”, pero finalmente mi afición por las nuevas tecnologías, unida a mi pasión por la ciencia ficción y orientación por el minimalismo me llevaron a probarlo y no lo lamento.
Por todo ello doy gracias al genio y con respeto valoro su inteligencia, su capacidad de trabajo excelente e incansable que ha impulsado tanto en su propia empresa como en otras de la competencia, el avance y la mejora tecnológica para crear nuevas herramientas de trabajo y comunicación humanas.
Será verdad que la manzana es el fruto del árbol del conocimiento, pues todo empezó con una manzana (la de Eva), luego fue otra (la de Newton) la que nos abrió los ojos a una nueva forma de ver el mundo, y… de momento es una nueva manzana (la de Steve Jobs) la que sigue fomentando el conocimiento y la forma de comunicarse de los humanos.
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