sábado, 11 de septiembre de 2010

La vida fácil no da la felicidad.

Según recientes investigaciones realizadas por la psiquiatra Dra. Charo Sánchez, resulta que un cierto grado de incertidumbre hace que nuestro cerebro segregue mayor cantidad de dopamina, lo cual nos hace sentirnos mejor.

Es la plasticidad neuronal, la capacidad de nuestras neuronas de adaptarse a nuevas situaciones, lo que nos permite dar un salto evolutivo, crecer adquirir más conocimientos, sentirnos más seguros. Al parecer nuestro cerebro sigue funcionando aún como en tiempos antediluvianos, en una época en la que cualquier necesidad básica requería un esfuerzo, como buscar alimento, seguridad, cobijo, etc… En aquella época todo era incierto, desconocido y requería un alarde constante de atención y de aprendizaje. Algo que tenemos la oportunidad de vivir ahora en situaciones de crisis.

El punto para conseguir sentirnos bien, en un estado de ánimo placentero y satisfactorio, está en mantenerse en un equilibrio entre el estrés y el eustrés (lo que se entiende por estrés o tensión positiva). El objetivo consiste en plantearse metas que si bien tienen un grado de dificultad que requiere esfuerzo, tengan también un nivel de al menos un 50% de probabilidades de ser alcanzadas, ya que esa duda es lo que precisamente genera motivación y satisfacción.

Nuestro cerebro está acostumbrado a luchar por lo que necesitamos, pero también tiende a engancharse a la vida fácil. - esto, sin duda, lo hemos podido comprobar todos…- Esto es importante ya que con nuestras acciones se van modificando las redes neuronales, ampliándose con el esfuerzo y generando más conexiones y reduciéndose o limitándose con la falta de él. Además se ha comprobado que el esfuerzo es un excelente regulador del estado de ánimo.

En nuestra “sociedad del bienestar”, el esfuerzo, la paciencia, ya no están de moda. Estamos en constante búsqueda de la satisfacción inmediata de nuestras necesidades y deseos, enganchados a la ley del mínimo esfuerzo, y esta vida fácil, nos produce cada vez mayor malestar, menos satisfacción, la prueba está en la cantidad de personas con trastornos del estado de ánimo y dificultades de adaptación, por no hablar de la depresión que sufren cada vez más personas en Occidente.

Es interesante conocer ahora esta información sobre el funcionamiento de nuestro cerebro para poder encontrar una salida a la crisis tanto la socioeconómica como la de nuestra existencia individual. La situación actual de crisis nos devuelve curiosamente a la duda, a la necesidad de realizar esfuerzos por resolverla, de adaptarnos a los cambios, de la ir cerrando etapas. Con ello nos podemos plantear nuevas metas, nuevos retos, en una palabra un nuevo crecimiento.

Si somos capaces de aceptar el reto, de centrarnos y aclararnos personalmente, interactuando luego con todo y todos los que nos rodean, para iniciar paso a paso le esfuerzo, de replantearnos nuestras vidas, nuestras costumbres, nuestras necesidades, no me cabe la menor duda de que vamos a poder resolver nuestros problemas, sentirnos mejor, más seguros, más independientes, más sanos y más felices, logrando ser más creativos en beneficio de todos.


2 comentarios:

  1. La constancia en el aprendizaje lleva al equilibrio personal.

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  2. Il est vrai que de chercher et faire travailler nos neurones c'est bon pour le moral physique et mental.Bises.

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