viernes, 23 de octubre de 2015

Sabor - Cuento Zen



Un maestro zen le ofreció un melón a su discípulo y le preguntó:

- ¿Qué te parece este melón? ¿Está bueno?

- Sí, sabe muy bien – contestó el discípulo.

-     ¿Dónde está ese sabor? – le preguntó luego el maestro -. ¿En el melón o en tu lengua?
-      
El discípulo reflexionó y se lanzó a dar complicadas explicaciones:

-     Este sabor procede de una interdependencia entre el melón y mi lengua, porque mi lengua sola, sin el melón, no puede…
-     El maestro lo interrumpió bruscamente:

-  ¡Idiota! ¡Más que idiota! ¿Qué pretendes? Este melón está bueno. Eso basta.




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