viernes, 31 de octubre de 2014

Dejar de ser adictos a Internet


Internet puede llegar a ser muy adictivo. ¿Pero cómo dejar de  estar mirando por esa ventana que desde la comodidad de nuestra casa, o  donde quiera que estemos  mediante el móvil, nos permite de estar cotilleando en todo momento, a través de las redes sociales, lo que hacen los demás, nuestros  amigos, conocidos o completos desconocidos? Internet es para muchos un enorme coladero que igual que un pozo sin fondo absorbe todo su tiempo impidiéndoles ser poco productivos y dejándoles a menudo con una  intensa sensación de vacío y pérdida de tiempo.

¡Ojo! que con esto no pretendo hacer un panfleto contra Internet, ni demonizar las redes sociales y que conste que tengo muy claro que es una herramienta  tremendamente útil, que uso con frecuencia para comunicarme, informarme y aprender, pero el problema no está en Internet sino en las personas que hacen más uso de la red o de sus dispositivos.

Me encuentro  con frecuencia en mi trabajo con personas que no saben usar sus teléfonos, están constantemente recibiendo alertas sonoras de todas sus redes sociales ( what’sapp, Facebook, Twitter, correo, etc..) con la consiguiente molestia del pitido o musiquilla que les pone en tensión y les incita a la necesidad de saber quien ha hecho o dicho qué… Hay que aprender a usar los dispositivos, dejar de ser sus esclavos, todas las redes sociales tienen la posibilidad de silenciarse y no es necesario estar siempre en estado de alerta y acabar con  problemas de ansiedad.

Podemos preguntarnos porqué uno se vuelve adicto a Internet, pues como toda adicción es una forma de huida, de modo que el que siente que es adicto a Internet debe preguntarse ¿de que tiene miedo? ¿de qué está huyendo? Y afrontar la situación o pedir ayuda.

Una de las estrategias que pueden emplearse consiste en intentar desconectarse durante una hora o un día entero para empezar y dedicarse a otra actividad y ver qué pasa. O también ir poco a poco  incrementando  el tiempo de desconexión.

Tenemos que tomar consciencia de lo corta que es la vida humana y de que no conviene desperdiciarla, estamos aquí para aprender, relacionarnos, disfrutar de las cosas sencillas y de las demás también, de modo que lo mejor es dejar de enredarnos tanto.

 También podemos programar de alguna manera el tiempo en Internet, al encender el ordenador, tomar consciencia de las necesidades en ese momento y plantearse un plazo concreto de tiempo para ver el correo, otro para noticias, otro para echar un vistazo a las redes sociales -sin necesidad de  ver todos los videos de niños o gato-, o para  investigar sobre un tema concreto y cuando termines despegarse de la pantalla, darse una vuelta por la sala o la casa o el despacho, tomarse una taza de te, de café o un vaso de agua y al cabo de un rato volver a programar otra tanda de actividades en la red. Así, poco a poco seremos conscientes de lo que hacemos y del tiempo que empleamos en ello.


En casos extremos puedes usar unas aplicaciones que bloquean el ordenador para que no se pueda acceder a Internet, o  sencillamente desconectar el cable  de la red o el wifi durante un tiempo.


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