viernes, 4 de enero de 2013

Nuevo año, nueva vida

 Iniciamos un nuevo año, un nuevo ciclo y muchos sentimos por estas fechas la necesidad de elaborar una lista de propósitos, metas o cambios que deseamos realizar a lo largo de los próximos meses para mejorar nuestra vida.


Este es un buen momento para cambiar ciertos hábitos o costumbres procurando hacer las cosas de una forma mejor o con un resultado más satisfactorio. A veces esto es la consecuencia de un nuevo aprendizaje o por el contacto con alguna persona que nos ha inspirado o impactado al observar su forma de actuar y entendemos que esa conducta puede dar lugar a una mejor calidad de vida.

Lo primero que podemos hacer en ese caso es establecer una lista de objetivos o metas que queremos alcanzar en nuestra vida. Cosas que  otras personas  hacen y que encajan con nuestra forma de ser o de pensar, porque van en la dirección que queremos seguir. Es importante que sintamos una gran afinidad hacia ello para poder hallar la motivación que nos permitirá realizar el esfuerzo para conseguirlo.

Una vez realizada la lista de nuestros objetivos, podemos  dividirla en los pasos o acciones físicas que tendremos que  realizar o desarrollar para  integrar el nuevo hábito o la nueva costumbre.

Estas nuevas acciones irán dando forma a un comportamiento que nos permitirá modificar poco a poco el hábito anterior. Se suele decir que si se repite una conducta determinada a lo largo de 30 días, está quedará  integrada en nuestra vida. No conozco  si hay base científica en ello, pero es un plazo mínimo que siempre podemos probar de mantener para empezar a ver algún cambio, la fuerza de voluntad y la motivación se encargarán de hacer el resto. También podemos marcarnos un plazo tres o seis meses, o más, para conseguirlo y en caso de recaídas, siempre podemos volver a empezar.

Algo que resulta muy útil es llevar un registro con lo que se va consiguiendo  día a día o por semanas de las veces que hemos logrado realizar el ejercicio  orientado al cambio, ya sea dejar de fumar, perder peso, hacer ejercicio, etc... A algunos les gusta compartir sus progresos en las redes sociales, con el aliciente de un compromiso público.

Es evidente que los cambios, las decisiones importantes para que sean efectivos, tienen que ser de dentro hacia fuera, tienen que nacer de una necesidad personal. Tenemos que elegirlo libremente, a conciencia y convencidos de que es para mejorar nuestra calidad de vida, ya que cualquier cosa que nos venga impuesta desde fuera,  creará frustración o aburrimiento y tarde o temprano terminará fracasando.

Otro aspecto a tener en cuenta es la necesidad de ir paso a paso, no pretender resolverlo todo de golpe. Ya sé que algunos prefieren los cambios radicales y les funcionan, pero en general es mejor dividir las metas en varios pasos para ir adaptándose.

En cualquier caso tener claro que no hay varita mágica que nos cambie de la noche a la mañana, se consigue con paciencia, voluntad y perseverancia.





1 comentario:

  1. Sólo se consiguen los objetivos que uno se marca, cuando aparece el Maestro. Con persistencia y trabajo el Maestro siempre aparece.

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