viernes, 7 de septiembre de 2012

Volver a crearnos

 Por muchas vueltas que le demos, hay veces que no  logramos poner orden en nuestros asuntos, seguimos tensos, agotados y  nuestra creatividad parece estancarse, tal vez  el problema está  en que  solo hemos hecho más de lo mismo. Todos sabemos que para obtener un resultado diferente debemos hacer algo distinto, algo que rompa con la inercia de nuestra forma de actuar en nuestras actividades diarias,  si no estamos satisfechos con el resultado que estamos  obteniendo.


El confiar  en el ingenio espontáneo agudizado por la necesidad, no está mal, pero  suele ser una solución a corto plazo, la mayor parte de las veces  no nos queda más remedio que plantear decisiones algo más drásticas y comprobar su eficacia.

Para establecer una línea de acción debemos reconocer nuestra necesidad de ser  organizados, tanto en nuestra vida como en nuestro trabajo, por supuesto que hay muchas  cosas y situaciones que se surgen que debemos atender sobre la marcha, por ello, si  logramos organizar aunque sea mínimamente lo habitual o  llamémoslo “lo esperado”, mejor podremos atender  lo inesperado.

Veamos algunos puntos  importantes:
Para todos el tiempo es limitado, cada día disponemos sólo de 24 y las tenemos que repartir entre el trabajo, el ocio, el compartir con los demás y el descanso. Podemos pensar en la forma de ganar algo de tiempo, ¿Cómo? Reduciendo nuestros compromisos, sobretodo aquellos que aceptamos por el qué dirán… y aceptar aquellos que son realmente necesarios; reducir las actividades poco útiles como ver algunos programas en la tele que nada nos enseñan o aportan, ser conscientes y coherentes con lo que hacemos en todo momento, dar prioridad a las actividades que nos llenan, que refuerzan nuestro bienestar mental y físico.

También el dinero es limitado para los que trabajamos para vivir. No me gusta mucho la expresión “ganarse la vida”, la vida nos fue dada por nuestros padres y nosotros tenemos que mantenerla de la mejor forma posible entre otros con el dinero que es el resultado de nuestro trabajo, pero ¿somos siempre conscientes de en qué gastamos nuestro dinero? No estaría de más acostumbrarse a  tener a mano un presupuesto mensual para controlar el gasto y así no endeudarnos, ni pasar penurias, sobretodo en tiempos de crisis.

Finalmente, ¿cual es el propósito, la finalidad de nuestra vida, lo que queremos y lo que no queremos hacer con ella, hacia donde queremos ir ?. ¿Nos preguntamos el porqué de todas nuestras actividades de la mañana a la noche?. En esta segunda década del siglo XXI, para muchos vivir no resulta nada fácil, la calidad de vida se ha empobrecido, sin embargo, ahora más que nunca debemos hacer el esfuerzo de motivarnos de  dar un sentido a esa vida, por y para nosotros mismos que estamos envejeciendo y por las generaciones que nos siguen. Ahora más que nunca es necesario indagar en los más profundo y sagrado de nosotros mismo para encontrar qué es lo que nos mueve y procurar vivir, mas sencillamente tal vez, pero mejor.

Para ello deberemos recurrir sobretodo al sentido común -lo cual no abunda- modificar algunos pensamientos y costumbres y actuar con resolución y perseverancia en la dirección que cada un@ considere más oportuna para sí mism@ buscando y encontrando ventajas entre las dificultades.




1 comentario:

  1. Pues si con todos los cambios que tengo hechos las cosas me precen mas facil a ralizar.El tiempo es oro cuando esta bien aprobechado.Une grosse bise.

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