viernes, 10 de agosto de 2012

Cuenta tu historia




El ser humano es esencialmente “novelero” (expresión canaria) desde la época prehistórica cuando aún no se conocía la escritura  y el lenguaje era poco más que algunas onomatopeyas, el ser humano aprendió a realizar dibujos, sencillos trazos que poco a poco se fueron perfeccionando como podemos ver en las grutas de Altamira ó Lascaux, entre otras, eran desde señales para indicar peligro, comida, o simplemente contar una historia. Posteriormente apareció el lenguaje, la escritura y en todas las culturas del mundo surgieron las leyendas. Siempre le ha gustado al ser humano contar lo que le estaba pasando o viviendo.

Cuando una pareja se enamora, empiezan por contar su vida el uno al otro. Los niños piden que se les cuenten una y otra vez los mismos cuentos a sus padres o abuelos.

El cine y las novelas nos encantan, porque nos cuentan historias de otras personas, describen sus vidas, sus emociones, sus sentimientos…

Aprovechando que estamos de vacaciones y disponemos de un poco más de tiempo, ¿porqué no nos proponemos contar nuestra propia historia, nuestras memorias? Este trabajo puede llegar a ser muy útil desde una perspectiva terapéutica para sanar algunas heridas del alma. Al contar nuestra historia, además de comunicarnos con otra persona, le permitimos que nos entienda, que se acerque a nuestra alma, y nosotros mismos al expresarlo con palabras y ponerlo por escrito, nos vamos liberando y dando sentido a nuestro mundo interior.

Podemos hacerlo de varias maneras:
·    Empezar por contar situaciones o anécdotas que nos han marcado y describirlas con todo lujo de detalles.
·    Centrarnos en una etapa de nuestra vida que nos parezca  especialmente interesante o complicada y desde ahí hacer referencias como dando pistas hacia atrás o hacia delante.
·  Partir desde nuestros antepasados o nuestro propio nacimiento siguiendo una especie de línea del tiempo.
·  Podemos también centrarnos en nuestra vida interior haciendo referencias puntuales a hechos concretos, describiendo también los sueños que tuvimos y que nos marcaron.
·  Podemos partir también de fotografías apoyándonos en ellas para contar  partes o  el conjunto de nuestra vida.

Curiosamente podremos observar al ir contando nuestras vivencias, como se disparan nuevos recuerdos que teníamos olvidados y que nos llevan un  poco más allá al ir rescatando nuestra historia, en un viaje hacia atrás en el tiempo realmente apasionante y que sin duda nos permitirá revisar algunas situaciones o experiencias y entenderlas mejor o incluso resolverlas.

¡Animo!


No hay comentarios:

Publicar un comentario