viernes, 8 de abril de 2011

¿Que tal los propósitos de año nuevo?

En una entrada a principios de este año se hacía referencia a los buenos propósito con que empezamos todos los años… Bueno, pues ya han pasado tres meses y no estaría de más revisarlos.

¿Qué habíamos elegido para realizar en este años? Uno, dos o tal vez más… Cuantos menos mejor, pero debemos mantenernos bien aferrados a ellos si no queremos llegar a final de año y al hacer balance sentirnos nuevamente frustrados.

Hace unos días alguien me comentaba que le encantaba elaborar nuevos proyectos que se le daba muy bien, sin embargo, al comprobar a lo largo del tiempo, una vez pasada la novedad le costaba mucho seguir en el camino propuesto y al no conseguir llegar a la meta, todo ello le producía un enorme sentimiento de frustración a la par que una pérdida notable de auto estima.

Efectivamente, algunas persona empiezan sus proyectos o sus propósitos con gran entusiasmo, sin embargo con el paso del tiempo no consiguen mantenerse firmes y perseverar creándose una disciplina, sobretodo en aquellos casos en los que no se obtienen resultados inmediatos, entiendo que no resulta fácil, entonces buscan otra u otras metas y se dispersan. Al final la sensación es de perdida de tiempo y perdida de confianza en uno mismo ya que reconocen que se han vuelto a fallar a si mismos.

Por ello es importante tener en primer lugar una buena motivación, e ir puliendo nuestro carácter para controlar el impulso, retrasar la obtención de satisfacción hasta conseguir el resultado deseado. Aceptar que hay cosas que pueden a veces resultar aburridas, pero que nos conviene hacer. Para ello, hay que buscar formas creativas de hacer aquello que siendo ineludible nos resulta algo aburrido. Por ejemplo: hacer ejercicio, podemos empezar por plantearnos un número de horas semanales y procurar hacerlo siempre a la misma hora, la que más nos convenga y sea menos invasiva para nuestras actividades diarias, además podemos buscar un lugar agradable, ya sea un gimnasio con buen ambiente o bien salir a correr o a caminar por un parque o una calle que nos guste, al mismo tiempo podemos escuchar algún programa en una radio de bolsillo, o algunos podcasts o audiolibros que nos gusten y que llevemos grabados en un Ipod o un MP4.

También podemos evitar el olvidar repetir afirmaciones, realizar visualizaciones usando la agenda del teléfono móvil o la de nuestro correo electrónico, o pegando un papelito en el espejo del baño o en la puerta de la nevera, programando un mensaje que se repita a diario a una determinada hora, al levantarnos, mientras nos duchamos o cuando vamos de camino al trabajo, etc… actuando así de muleta para volver a apuntalar una voluntad que empieza a flaquear. También podemos ir apuntando resultados cada semana o cada mes para ver como vamos progresando. Todo ello nos ayudará a perseverar hasta llegar a la meta. La satisfacción de haber cumplido el propósito que hemos elegido no tiene precio, así como la subida de autoestima.

¡Animo!!

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