viernes, 2 de junio de 2017

Felicidad, una nueva reflexión sobre ello.


Hace poco leí esta frase que me pareció genial :
“La felicidad no viene de no tener problemas, la felicidad viene de solucionar los problemas.” ¡Y que verdad es! Y que ajeno a ese concepto ilusorio que se tiene con frecuencia de la felicidad cuando pensamos que ésta nos la tiene que  proporcionar otro, o tiene que llegar por un golpe de suerte.

No hay nada como el subidón de autoestima que produce el superar un problema y cuanto más grande el problema,  mayor es el subidón al sentir esa descarga de endorfinas que nos transporta a un estado cercano a la “gracia divina” y que nos anima a afrontar nuevos problemas.

Yo prefiero llamarlos retos, pues cada vez que superamos algún problema, lo cual requiere una lucha y un esfuerzo, experimentamos una sensación de euforia y amor propio que hace que nos valoremos y confiemos más en nosotros mismos y en los demás, haciéndonos ver las cosas desde un punto de vista benévolo, que nos abre más hacia el mundo y los demás. 

No se puede comparar la satisfacción de aquello que nos viene dado, por muy grato que resulte, de lo que hemos conseguido con esfuerzo y tesón, lo uno nos mantiene en un estado irreal y nos hace dependientes y expectantes de algo ajeno y lo otro nos fortalece y nos hace madurar.

Françoise M.





1 comentario:

  1. Es verdad. El placer lo encuentra uno cuando con el esfuerzo superas el problema que tienes por delante.

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