viernes, 19 de diciembre de 2014

Navidad 2014


Dentro de unos días celebraremos una vez más la Navidad. Una fecha empañada de emoción que trae hasta nuestro presente recuerdos del pasado.

Por experiencia propia, pues ya son muchas las navidades vividas, sé que cada uno vive la navidad como puede, algunas veces se presentan muy  dulces, cálidas, llenas de ilusión, sin preocupaciones y rodeadas de seres queridos, otras son más tristes cuando alguno falta o uno se encuentra solo en tierra extraña y se empaña todo de añoranza, cuando no de tristeza, otras son francamente alegres, despreocupadas y divertidas y otras son sencillamente lúcidas tratando de contener los impulsos que nos incitan al consumismo y disfrutando de unos días de reencuentro en un ambiente familiar en los que se comparten emociones, sentimientos, recuerdos en veladas cálidas con familiares y amigos.   

Ya sabemos que la Navidad es una tradición y en nuestra cultura es para muchos una imposición, parece que durante esos días tenemos la obligación de sentirnos felices, festejar y consumir más de la cuenta, pero ¿Cuál es el simbolismo  de esta celebración?

Lo que simboliza la Navidad es un nacimiento, para los cristianos es el Nacimiento del niño Jesús, que la iglesia católica situó en esa fecha allá por el siglo tercero de nuestra era, aprovechando una festividad pagana mucho más antigua en la que se celebraba el culto al sol con su renacimiento en el solsticio de invierno, al ser éste el día más corto del año y a partir del cual los días se empiezan a alargar y con ello es mayor la presencia del sol, esta tradición  se encuentra  presente en muchas culturas  a lo largo del mundo antiguo.

No cabe duda que actualmente esta fecha ha perdido mucho de su sentido sagrado y sobretodo se fomenta la costumbre de hacer regalos, que por cierto fue implantada por los romanos cuando celebraban por estas fechas las saturnalias.

En cualquier caso, a estas alturas del siglo XXI y tal como están las cosas, creo que sería bueno para todos nosotros madurar y desarrollar un auténtico sentido espiritual libre de las limitaciones de cualquier credo que no precise marcar ninguna fecha en un calendario para experimentar la necesidad de compartir, ayudar, experimentar belleza y amor, pues sencillamente se trata de una oportunidad que surge, cualquier día del año, en cualquier momento y tenemos que estar dispuestos a responder sin necesidad de estrellitas, ni magia, simplemente estar abiertos, atentos, conscientes, aquí y ahora.


Así que para cuando se os presente, os deseo a todos una Feliz Navidad!

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