Por estas fechas llegamos a un
final de ciclo, algo se nos acaba, una puerta se cierra y otra se abre sobre lo
desconocido o al menos, en parte desconocido.
En estos momentos siempre me
gusta tomar un tiempo para reflexionar y hacer balance por un lado de lo
acontecido en el año que termina, tomar buena nota de ello, es experiencia y
conviene recordarlo, y también suelo poner por escrito, a grandes rasgos, dejando
lugar a lo que surja, los nuevos proyectos, los nuevos sueños que me gustaría
realizar en el nuevo ciclo anual que se inicia, el cómo ya irá cobrando forma a lo largo de los
próximos 12 meses.
Estos días da tiempo para mucho,
jugando con un poco de organización y dejando espacio igualmente a la
improvisación, es tiempo de estar con
los seres queridos, de disfrutar compartiendo recuerdos y anécdotas de
tiempos más o menos lejanos, de hacer alguna visita, de relajarnos en una
sobremesa, dando un paseo por el
monte o por la playa, también prestar algún tipo de ayuda solidaria, brindando
con ilusión nuestra colaboración hacia algún colectivo o algunas personas que
lo necesiten.
Se me ocurre también, que una buena
pregunta que podemos plantearnos esos momentos de tranquila reflexión que
surgen entre fiesta y fiesta,
visita y visita… puede ser ¿que he
aprendido yo en este año? Y no me refiero solo a cualquier tipo de
enseñanza, técnica, etc., sino también, sobre mi misma, ¿que he podido sacar a
la luz desde mis sombras? Cualquier cosa que me permita conocerme mejor, que me
proporcione nuevas herramientas para afrontar nuevos retos, disfrutar con
nuevas experiencias y sobretodo sentirme cada día mejor conmigo misma.
En cualquier caso lo más
importante es creo yo, encarar este nuevo ciclo, esta nueva página de nuestra
vida con optimismo e ilusión.
Feliz Año a todos!
Feliz Año a todos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario