Y un discípulo respondió:
-
Para enseñarte lo que siempre has sabido.
- Para mostrarte lo que siempre has
estado mirando.
Y como la respuesta dejó
perplejo al visitante, añadió el discípulo:
- Con sus pinturas, un artista me
enseñó a ver la puesta del sol.
- Con sus enseñanzas, el Maestro me ha enseñado
a ver la realidad de cada momento.
Fuente: ¿Quién puede hacer que
amanezca? de Anthony de Mello
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