Llegaste a mi con tu traje de
terciopelo rojo, como una reina medieval. Puedo admirar la perfección de tus
formas que se van volviendo día a día más y más voluptuosas a medida que vas
abriendo tu corazón hasta alcanzar la máxima hermosura, te contemplo ahora
mismo, aquí a mi lado, erguida sobre tu tallo verde en la transparencia del
cristal, sé que mañana empezarás a languidecer como una amante desesperada que
no ve llegar a su amor y se va marchitando, como una rosa, igual que tu.
(De mi colección de Pensamientos, Sentimientos y Recuerdos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario