Siguió caminando por el bosque y apareció una escalera de piedra
en plena naturaleza, empezó a subir los peldaños húmedos y musgosos, cuidando
de no resbalar. Más adelante se asomó sujetándose a la barandilla de piedra para
ver un profundo barranco, oscuro, invadido por una vegetación cubierta de
niebla que le impedía ver el fondo. El frío húmedo iba poco a poco calándole
hasta los huesos, el olor a humedad se mezclaba con el olor de la vegetación
putrefacta y le irritaba la garganta. Dudó, pero siguió un poco más. El paisaje
se fue abriendo, apareció el cielo azul y el estruendo de una cascada se oyó a
lo lejos, al acercarse, en un saliente de la pared rocosa pudo ver el templo,
imaginó a la diosa en su interior con su sonrisa compasiva rodeada de velas
encendidas y tuvo la sensación de percibir el olor a incienso.
Se quedó un largo rato mirando el espectáculo de la naturaleza
intentando acercarse al espíritu de la Diosa; un ciervo cruzó el camino
lentamente, ladeando la cabeza hacia él, entonces lo vio, un magnifico
arco-iris saliendo de la cascada enmarcó el templo y supo que la diosa le había
escuchado, que había esperanza…
Bonito viaje en la naturaleza y a la fin en contrar ese arco-iris que salia de la profundida del baranco con su cascada para mantener la humeda de la vegetacion todo esto al rededor del templo.Esto es un sueño de marabilla.
ResponderEliminar