Un discípulo
Intrigado, le preguntó al mentor:
- Pero ¿nunca te
acontecen situaciones que no puedes resolver? No entiendo por qué siempre dices
«está bien, está bien» cuando se te pone al corriente de alguna contrariedad o
vicisitud.
El maestro sonrió
y dijo:
- Sí, todo está bien, todo está bien.
- Pero ¿por qué?
-preguntó escéptico e incluso un poco irritado el discípulo.
Y el maestro
explicó:
- Porque cuando no puedo solucionar una situación en el exterior, la
resuelvo en mi mente cambiando de actitud. Ningún ser humano puede controlar
todas las circunstancias o situaciones externas, pero sí puede aprender a
controlar su actitud ante las mismas. Por eso, para mí, todo está bien, todo
está bien..
Cuento Zen
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