El propietario se acercó a él para
atenderlo.
El hombre dijo:
- Lo primero es lo
primero.
- ¿Me has visto entrar a tu tienda?
- Naturalmente
- ¿Me habías visto alguna
otra vez?
- Ni una sola en toda mi vida.
- Entonces, ¿cómo sabes que soy yo?
Maestro: nadie sabe automáticamente quién es
en realidad, pese a que solemos creer lo contrario. Para conocerse, hay que trabajar
la consciencia.
Cuento sufi
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