De nuevo a vueltas con la creatividad.
Muchas veces nos preguntamos cómo
funciona la creatividad y por mucho que leemos o estudiamos sobre ella, nos
damos cuenta de que no existe un procedimiento concreto o científico por así
decir del proceso creativo. Llegamos a la conclusión de que la creatividad es
algo etéreo y misterioso que puede
surgir o no en cualquier
momento.
Sin embargo, la creatividad es
algo muy importante y que necesitamos en muchos aspectos de nuestra vida, no
solo a la hora de crear una obra de arte, sino también en nuestras actividades
diarias. En la cocina, en nuestras relaciones y en la atención a pequeños y
mayores, a la hora de vestirnos, en nuestro trabajo, en el ocio, etc.
Desde un principio, debemos
reconocer que por muy creativos que nos pongamos, ya está todo básicamente inventado
y lo que hacemos es tomar una idea antigua y volver a darle salida de una forma
diferente con los nuevos usos y herramientas que surgen día a día, adaptándola
a nuestros tiempo y nuestras necesidades. Por que de eso se trata, de volver a
crear nuevas cosas o situaciones a partir de ideas pre-existentes, que volvemos
a organizar de forma diferente y en ese proceso surgen nuevas ideas creativas.
Veamos ahora algunos hábitos de
las personas reconocidas como creativas y que suelen fomentar el proceso
creativo o deberíamos decir re-creativo, insisto además en el doble sentido de
la palabra ya que con ello hacemos
algo nuevo y nos divierte hacerlo:
1.
Procurar
unos momentos de soledad. Procurarnos a diario un momento de tranquilidad,
de relax, sin hacer nada o bien realizar una actividad en solitario como caminar, correr, etc…
es también una forma de meditar, de llegar a conocernos mejor, y así encontrar
nuestro camino hacia la creatividad.
2.
Buscar
ideas interesantes. Ver lo que hacen los demás. No se trata de compararnos
sino de ver algo nuevo que nos atrae, para ello internet es una fuente inagotable de estímulos, también hablando
con las personas que nos rodean y que hacen cosas interesantes, leer y sobre todo observar.
3.
Apuntar
esas nuevas ideas en una libreta, o también como hacemos muchos, sacar una
foto con el móvil de aquello que nos llama la atención y puede resultar
interesante desarrollar. Luego ya iremos revisando notas y fotografías de vez
en cuando hasta que se nos ocurra
algo.
4.
Así podremos
reflexionar sobre todo ello y trataremos de adaptarlo a nuestra necesidad o
especialidad, sea lo que sea que queramos crear, y una vez se vaya
perfilando una idea nueva la
iremos anotando en una libreta de ideas a desarrollar.
5.
Finalmente podremos centrarnos en lo que ha ido saliendo, mezclando y remezclando ideas,
buscando nuevas salidas, dándole forma, añadiendo nuevos ingredientes, como si
estuviésemos elaborando una receta, cuidando mucho de que no se nos pase de
punto.
De esta forma tendremos buenas
oportunidades de re-crear algo propio y original y también nos habremos
recreado en ello aprendiendo algo nuevo sobre nosotros mismos.
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