Crisis. Hoy no me refiero solo a
la económica. Me refiere a las crisis periódicas que asedian a cualquier persona con inquietudes a lo largo de su vida.
Creo que la mejor forma de
superar las crisis personales está en encontrar aquello que nos motiva
especialmente, aquello que nos hace vibrar, sentirnos vivos, fluir, lo que nos
apasiona, en fin, como quieran llamarlo.
Todos tenemos una pasión aunque
muchos no sean plenamente conscientes de ello. Muchos no lo tienen claro y me
preguntan como descubrirlo. En el fondo ellos ya lo saben, porque lo han
experimentado pero aún no se lo creen, porque para ellos ha sido algo tan
normal, tan sencillo entrar en ello, hacerlo que no se lo creen!
Lo que nos apasiona es
precisamente aquello que hacemos con toda naturalidad, a menudo no tiene nada
que ver con nuestra actividad diaria, ni con la imagen que damos de nosotros
mismos. Si, por si no lo sabían una es la imagen que queremos dar de nosotros
mismos y otra la perciben los demás, pero de eso hablaremos otro día.
Volviendo a lo que nos apasiona,
se trata de algo que es importante para nosotros, cosas que manejamos o entendemos intuitivamente y
que nos gusta hacer. Es algo que anida muy profundamente dentro de nosotros,
que realizamos sin esfuerzo y que nos hace sentir bien.
Lo que nos apasiona es en el
fondo, lo que somos, es parte de lo que
define nuestra personalidad, y puede ser cualquier cosa, desde algo que
nos resulta insignificante, hasta algo que puede tener hondas repercusiones en
la evolución y desarrollo de la sociedad, en cierto modo es nuestro don,
aquello para lo cual hemos venido a este mundo.
En períodos de crisis como el que
vivimos ahora, en los que con frecuencia uno tiene que buscarse la vida cuando
los mecanismos de la sociedad
fallan y lo dejan desamparado, el conocer nuestro don puede sacarnos del
apuro, puede convertirse en una fuente de ingresos que nos permitirá salir
adelante.
En esos momentos es importante
estar atentos a los comentarios de los demás, al hacer esas cosas que tan
sencillas nos resultan y que tan bien nos salen, porque nos pueden hace caer en
la cuenta de lo que estamos haciendo y también de cómo lo hacemos.
Posteriormente podemos plantearnos la posibilidad de rentabilizar ese don,
convertirlo en una profesión o una
actividad laboral. Para ello deberemos dar los pasos necesarios formándonos,
adquiriendo más experiencia, alcanzando un nivel de excelencia, lo cual no será demasiado difícil ya que estaremos haciendo algo que nos gusta y nos motiva. Poco a poco
nos daremos a conocer y los demás valorarán nuestro trabajo del cual podremos
vivir.
De esta forma habremos conseguido
lo que yo llamo “la vida del artista”
es decir disfrutar y vivir de lo que más nos gusta hacer. ¿Hay algo mejor en la
vida?
Todos llevamos un artista dentro aparece en el momento que estamos preparados.Antes no.
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