Estoy flotando en alguna lugar
remoto del mundo de los sueños, bajo la suave calidez de la manta que me
envuelve como a una momia. De repente un sonido melodioso, me devuelve a la
realidad. Por el marco de la venta
solo percibo oscuridad, aún
es de noche. A pesar de la rutina diaria, todavía me resisto y por unos
segundos soy testigo de una lucha que se repite a diario, entre dos personajes de caracteres opuestos, una
voz somnolienta, comodona y algo vaga dice “anda,
porfaaaa, por una vez que no vayamos no pasa nada…” y otra voz con tono voluntarioso y
decidido le contesta “venga, ánimo, que
lo necesitamos es por el bien común.”
Me levanto de un salto, un lavado
a lo gato, me pongo el bañador, el chandail, las zapatillas y me voy a caminar
bordeando la playa, me dejo acariciar por los primeros rayos del sol. Cuando mi
cuerpo entra en calor por el efecto de la caminata, me acerco al agua… está
fría, me lanzo a nadar y cuando me voy atemperando me tumbo sobre el agua y me
dejo llevar por la olas. Escucho el silencio, la sensación de paz, de libertad,
de bien-estar me resulta de lo más intenso, me recargo recibiendo con los
brazos abiertos los primeros rayos del sol, la mirada perdida en el cielo azul,
cruzado por el vuelo elegante de una garza blanca, doy gracias por tener la
suerte de poder experimentar este placer un día mas.
(de mi colección de inspiraciones matutinas.)
Un día más con el poder de la voluntad.
ResponderEliminarQué lucha!
EliminarMe gustan.
ResponderEliminarGracias!
ResponderEliminarSi, sí lucha y recompensa. Gracias a la vida que me ha dado tanto...
ResponderEliminarSi, sí lucha y recompensa. Gracias a la vida que me ha dado tanto...
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