La mayor parte de nosotros
acostumbramos a realizar a lo largo del año un chequeo físico, pero ¿cuántos efectuamos
también un examen de salud mental?
Veamos un decálogo de cosas que
podemos hacer para mejorar nuestro bienestar y aumentar nuestra felicidad.
1.
Valorar la solidez de nuestras auténticas necesidades, a la vez que aprendemos
a alcanzar la felicidad que consideramos adecuada.
Existen cinco necesidades humanas básicas
y que son: la supervivencia, las relaciones, la libertad, el
reconocimiento, y el disfrute, aunque el nivel de estas necesidades varían en
función de cada persona. Algunos valoran más las necesidades de relación que
las de disfrutar, mientras que otros valoran más la libertad. La clave de la
felicidad consiste en lograr un comportamiento que le proporcione la cantidad
exacta de cada necesidad que un@ desea. Pues obtener muy poco produce
insatisfacción y demasiado puede dar lugar a una sobre-saturación.
2.
Comprender y asumir la responsabilidad de nuestras decisiones.
Ante cada situación debemos tomar una decisión. Aunque no lo parezca, siempre
tenemos la posibilidad de elegir. Puede que lo hagamos para mantenernos en una
actividad laboral, por hacer un favor a un ser querido o para salvar la vida,
pero siempre estamos eligiendo. Tan pronto como dejamos de sentirnos víctimas y
asumimos nuestra capacidad de elección, sentimos que tomamos las riendas de
nuestro propio poder
3.
Relacionar nuestra conducta con nuestra capacidad de mejorar o no.
Con frecuencia asignamos el motivo
de nuestro éxito o fracaso a
causas ajenas y olvidamos de cuestionarnos lo que estamos haciendo o dejando de
hacer para conseguir nuestras metas. Cuando nos responsabilizamos de nuestros
propios resultados en lugar culpar a otros, nos sentimos mucho más seguros y
felices.
4.
Entender el poder de nuestra propia percepción y cómo podemos cambiarla.
A menudo tendemos a crear historias acerca de las personas y los
acontecimientos de nuestras vidas que nada tienen que ver con la realidad. Se
trata simplemente de nuestra interpretación, lo cual puede causar mucha confusión.
Si nuestra percepción no funciona siempre podemos cambiarla, tratando de ver el
lado más positivo de las cosas.
5. Encontrar el equilibrio en todas las cosas.
Todo lo que nos sucede tiene los mismos aspectos positivos y negativos, sus
pros y sus contras. Depende nuevamente de nuestra percepción. Tendemos a
etiquetar las cosas como buenas o malas, positivas o negativas, dolorosas o
placenteras. La verdad es que la dualidad está siempre presente. Sólo depende
de donde nos enfocamos. SoIo si conseguimos ver los dos aspectos por igual podremos
mejorar nuestra salud mental.
6. Distinguir y elegir entre lo que nos
gusta o apetece en este momento y lo que nos va a resultar más placentero después.
A menudo nos precipitamos por conseguir algo que nos deslumbra y deseamos de
inmediato, sin pararnos a pensar en lo que realmente queremos. Por lo general, el
hecho de demorar una gratificación produce mayor satisfacción que la inmediatez.
No obstante existe otra opción. Ver el punto 7.
7. La ampliación o sea, porque no quedarnos con las dos
opciones. En nuestra cultura occidental, a menudo
se nos dice que debemos elegir entre dos opciones. Y "¿Por qué no con ambas?"
Por supuesto que a veces no queda más remedio que elegir, pero también existen
muchas ocasiones en las que podemos preguntarnos "¿Cómo puedo conseguir ambas
cosas a la vez? "
8.
Descubrir nuestra tendencia al auto-sabotaje, a la vez que aprendemos a minimizar
su influencia. Todos solemos tener algunas ideas
negativas sobre nosotros mismos que se instalaron en nuestra psique en una edad
demasiado temprana para distinguir la realidad de la ficción. El hecho de que
esos pensamientos procedieran de personas de confianza, los hacen difíciles de
erradicar. No obstante, si queremos lograr nuestros objetivos, debemos tomar conciencia de ellos, sacarlos a la
luz y examinar su veracidad. Si reconocemos que esos pensamientos son falsos podremos
dejarlo ir y liberarnos.
9.
Aceptar a los demás tal como son. No es posible
cambiar a nadie, solo uno mismo si se lo plantea, puede cambiarse a sí mismo. Cada
uno tiene una forma de ver el
mundo y el derecho de vivir su vida acorde con ello. Si no nos gusta la forma
en que una persona ha elegido vivir su vida, lo único que podemos hacer es limitar
nuestra interacción con ella. No
intentemos que los demás sean
como nos gustaría que fueran.
10. Avanzar hacia las metas a un ritmo que presente cierto nivel de
dificultad, pero que sea factible. Si nos fijamos metas demasiado fáciles, podemos
llegar a aburrirnos y si estas son demasiado difíciles podemos darnos por
vencidos. Busquemos pues el ritmo adecuado para alcanzar éxito.
Con estos diez pasos podemos
conseguir sintonizar nuestra salud mental.
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