viernes, 5 de noviembre de 2010

Cuento de Turquía

Había un gorrión minúsculo que, cuando retumbaba el trueno de la tormenta, se tumbaba en el suelo y levantaba sus patitas hacia el cielo.

-¿Por qué haces eso? -le preguntó un zorro.

-¡Para proteger a la tierra, que contiene muchos seres vivos! -contestó el gorrión-. Si por desgracia el cielo cayese de repente, ¿te das cuenta de lo que ocurriría? Por eso levanto mis patas para sostenerlo

-¿Con tus enclenques patitas quieres sostener el inmenso cielo? -preguntó el zorro.

-Aquí abajo cada uno tiene su cielo -dijo el gorrión-. Vete... tú no lo puedes comprender...



2 comentarios:

  1. Il est vrai que pour si petit qu'il soit le moineau tout gentillé qu'il est , peut etre chacun de nous avons un petit morceau de ciel soutenu par le moineau et le proverbe dit et le renard est etonné.Bises.

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  2. Me encantan los cuentos que vas eligiendo, parace que son los más adecuados para cada momento. Las fotos son preciosas!!!!!!!!!!!!

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